El especialista en temas de narcotráfico y seguridad, Rubén Vargas, señaló que la huelga cocalera y el paro convocado por la CGTP, y otros gremios a nivel nacional para esta semana, tienen un trasfondo político y se relacionan directamente con el escenario preelectoral al que estamos ingresando.
“Seguramente que más de un dirigente y promotor de estas medidas de fuerza, sobre todo en la zona sur del país, va a ser candidato en las próximas elecciones municipales y regionales”, precisó.
En conversación con INFOREGIÓN, criticó la poca reacción del Ejecutivo para solucionar los conflictos que se han presentado en diversas regiones del país.
Sostuvo que el actual gabinete ministerial no tiene mayores posibilidades para negociar una salida con los dirigentes que encabezan las protestas porque está desgastado y no cuenta con representantes que tengan los conocimientos suficientes para solucionar esta problemática.
“Esta crisis empezó en Bagua y continúa hasta ahora. El tremendo problema es la poca reacción del Ejecutivo para solucionar los conflictos”, indicó.
Vargas Céspedes afirmó que el gobierno se equivoca al pensar que los conflictos se van a solucionar con el desbloqueo de las carreteras y desalojando a los manifestantes.
Sin embargo, dijo que detrás de las diferentes paralizaciones convocadas a nivel nacional hay sectores que tienen una plataforma y una agenda pendiente por discutir con las autoridades gubernamentales.
“A muchos de los dirigentes que promueven estas movilizaciones no les interesa que se resuelva la plataforma de pedidos que presentan, solo quieren poner en jaque al gobierno y obtener el protagonismo político necesario para ser actores principales en su localidad a fin de poder tentar algún cargo público en las próximas elecciones”, expresó.
Huelga cocalera es un fracaso
De otro lado, reiteró que la huelga cocalera convocada en Aucayacu fracasó debido al descrédito y al escaso poder de convocatoria que tienen los dirigentes cocaleros.
Además, felicitó a la población de Aucayacu y Tingo María por no dejarse manipular y por la responsabilidad y la madurez demostrada al no sumarse al paro.
“Las organizaciones cocaleras han desparecido por obra y gracia de sus propios dirigentes, por personas como Elsa Malpartida, Nancy Obregón y Nelson Palomino, quienes utilizaron a los campesinos para sus fines personales”, comentó.