Países de la cuenca amazónica se reunirán para establecer compromisos efectivos frente al cambio climático

AMAZONÍA. El 8 y el 9 de agosto, representantes de Perú, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana, Surinam y Venezuela y distintas organizaciones se reunirán en la ciudad de Belén do Pará, en Brasil, para abordar los desafíos del cambio climático en la Amazonía de manera colaborativa con los pueblos indígenas, intercambiando conocimientos, ideas y experiencias. 

¿Qué se discutirá?

Entre los puntos de la agenda se discutirán las acciones para la mitigación de los impactos de eventos climáticos extremos y para la garantía de servicios ecosistémicos, como agua potable y alimentos. Asimismo, se espera desarrollar soluciones para lograr la meta de cero deforestaciones, asegurar el debido cumplimiento de los derechos de los pueblos indígenas, el desarrollo de una bioeconomía y la restauración ecológica, así como la necesidad de fortalecer la gobernanza territorial y abordar el crimen transnacional. 

La reunión se realiza luego del evento ‘Camino a la Cumbre Amazónica’, el cual convocó a inicios de este mes en Leticia, Colombia, a diversos actores de gobiernos locales, autoridades indígenas, institutos de investigación y universidades, cooperantes internacionales, sociedad civil y sector privado para alcanzar metas globales sobre cambio climático y conservación de la biodiversidad, desde una perspectiva regional. 

Los gobiernos se articularán con las organizaciones indígenas para adoptar un Plan Estratégico de Emergencia para la Amazonía. Foto: WWF

Amazonía: escenario global de múltiples crisis

De acuerdo con el Informe Amazonía Viva 2022, elaborado por la organización no gubernamental World Wildlife Fund (WWF), el 18% de los bosques amazónicos se ha perdido por completo y un 17% adicional está degradado. 

Según la investigación, la pérdida de este bioma afectaría el sustento de alrededor de 47 millones de personas que viven en la Amazonía, incluyendo a 511 grupos de pueblos indígenas y al 10% de la biodiversidad del planeta, agravando las crisis mundiales del clima y la naturaleza. 

Dicho escenario haría imposible mantener el aumento de temperatura del planeta por debajo de 1.5°C (meta establecida en el Acuerdo de París). Esto debido a que el bosque almacena entre 367 y 733 Gt de CO2 en su vegetación y sus suelos. 

Al mismo tiempo, debido a la deforestación, los incendios y las actividades productivas no sostenibles el carbono almacenado durante siglos en la Amazonía continúa liberándose a un ritmo acelerado. Incluso a pesar de las severas advertencias de que esta región se enfrenta al punto de no retorno, la deforestación se está acelerando en lugar de disminuir.

¿Cómo evitar el ‘punto de no retorno’ en la Amazonía?

La Amazonía juega un rol fundamental para mantener el equilibrio planetario, ya que constituye una de las mayores reservas de carbono, además de sino de un ecosistema clave para estabilizar y regular los patrones climáticos regionales y globales.

En ese sentido, la conservación y gestión sostenible del bioma, mediante áreas protegidas, entre otras estrategias, es vital para facilitar la adaptación de las comunidades y la naturaleza al cambio climático, manteniendo o aumentando la salud de los ecosistemas, su integridad y la conexión entre ellos. 

Para cumplir con ello, se busca proteger el 80% del bosque tropical mediante la ampliación de las áreas protegidas y los territorios indígenas protegidos, los cuales representan la mitad del bioma. 

Actualmente, alrededor del 17% de los bosques amazónicos se han perdido, y cerca del 50% de la Amazonía se gestiona o conserva actualmente en áreas protegidas y territorios indígenas legalmente designados. Por esta razón, es esencial cubrir la brecha del 30% a través de territorios gestionados de manera eficaz y sostenible, paisajes y cuencas.

Por último, se ha planteado reforzar las estrategias para detener la deforestación ilegal a través de la integración de políticas regionales que continúe promoviendo la agenda normativa y los incentivos financieros en materia de importaciones cero deforestación, conservación, escalamiento de la bioeconomía, gestión forestal sostenible y control de minería ilegal.