Un crimen impune

El 28 de julio del 2005, mientras el entonces presidente Alejandro Toledo se dirigía al país y hacía nuevas promesas a los pobres, policías al servicio de la minera Majaz reprimían, capturaban y torturaban a comuneros de Yanta y Segunda y Cajas, de Ayabaca y Huancabamba (Piura), causando la muerte de uno de ellos.