Un informe de la Drug Enforcement Administration (DEA) del 2011 reveló que el Perú vive una etapa clave en su lucha contra el narcotráfico, luego de superar a Colombia y alcanzar el primer puesto como productor mundial de cocaína. Un año antes nuestro país alcanzó el mismo lugar, pero en cuanto a producción de hoja de coca, también por encima de Colombia y Bolivia. En medio de esta preocupante coyuntura se realizó en Lima la Conferencia Internacional Antidrogas que concluyó ayer y a la que asistió el ‘zar’ antidrogas de EE.UU., R. Gil Kerlikowske. Este alto funcionario de la administración Obama fue entrevistado por El Comercio.
— ¿Qué balance hace sobre la Conferencia Internacional Antidrogas realizada en Lima?
Creo que ha sido una reunión muy importante por la asistencia de 61 delegaciones de diferentes países del mundo y de más
de 500 participantes. Todo esto demuestra la preocupación que existe sobre la problemática de las drogas. Mi tarea en este evento fue observar e identificar cómo están alineados nuestros países en la lucha contra el narcotráfico. En el caso del Perú, me quedó claro que el presidente Ollanta Humala y sus ministros han enfatizado ese combate y también han reconocido cómo el tema de la adicción viene afectando a las familias peruanas. Nosotros creemos que tanto el Perú como Estados Unidos son países productores y consumidores de drogas.
— El Perú, en la actualidad, es el primer productor mundial de hoja de coca y de cocaína [325 toneladas al año de esta droga, según la DEA]. ¿Esta situación preocupa al Gobierno de EE.UU.?
El hecho de que la producción de cocaína haya crecido en el Perú sí que preocupa. Pero más importante es que el presidente Ollanta Humala reconoce esta situación y se ha comprometido a reducir su producción.
— Sin embargo, durante los últimos años el Gobierno Peruano ha visto la reducción sostenida de la colaboración antidrogas de parte de EE.UU. ¿Esta situación cambiará?
Yo no puedo responder si es que el Gobierno Estadounidense puede entregar o no más fondos al Perú para la lucha antidrogas, pero sí puedo notar que existe una crisis financiera en EE.UU., mientras que el Perú está pasando un buen momento en su economía.
— Más allá de la crisis financiera, la reducción del apoyo económico de EE.UU. no tendrá relación con el hecho de que la cocaína peruana está dirigida en gran medida a Europa, Asia y Oceanía, según la DEA.
No conozco las razones exactas para reducir los fondos de los diferentes proyectos para la lucha antidrogas en Perú. Pero lo que está claro es lo siguiente: Si bien en la actualidad la cocaína peruana no esta ingresando en gran medida a EE.UU., esto puede cambiar y esa misma droga acabará llegando en uno, dos o tres años. Por lo tanto, creo que ese razonamiento no es válido.
— ¿Cree que el preocupante incremento de la producción de cocaína en Perú tiene relación con la caída en la exportación de droga en Colombia [que produce hasta 270 toneladas al año] y con sus éxitos al respecto en la última década?
Tengo que reconocer el progreso de Colombia en los últimos años y lo que ellos han ganado en su lucha antidrogas. Pero a la vez observamos que otros países también podrían mejorar. En el caso del Perú, y lo reitero, el presidente Humala manifestó su deseo de reducir la producción de cocaína.
— ¿Puede haber mayor coordinación entre EE.UU. y el resto de países, incluido el Perú, para luchar contra las organizaciones que se benefician del lavado de millonarias sumas de dinero del narcotráfico?
No solo es importante la colaboración entre los departamentos del Tesoro [ministerios de Economía de diferentes países] y las entidades bancarias con la finalidad de evitar el lavado de activos y la falsificación del dinero. No solo buscamos arrestar a la persona
y quitarle su dinero. Creemos que las leyes bancarias son más que importantes para atacar al crimen organizado, así como las leyes creadas para la confiscación de bienes inmuebles, empresas, vehículos y otro tipo de propiedades. De esta forma, luego el gobierno usará todos estos bienes para luchar contra las mismas organizaciones que generaron el dinero ilícito. (Miguel Ramírez/Oscar Castilla)