Los formuladores de políticas pueden mejorar las posibilidades de lograr los objetivos climáticos y limitar el calentamiento global a 1,5 °C al contraer compromisos más específicos para transformar los sistemas alimentarios nacionales.
Mejorando las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) para los sistemas alimentarios, un nuevo informe publicado hoy por WWF, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), EAT y Climate Focus, descubrió que los países están perdiendo oportunidades significativas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero e identificó 16 formas en que los responsables de la formulación de políticas podrían tomar más acción, de la granja a la mesa.
Actualmente, las dietas y la pérdida y el desperdicio de alimentos son ampliamente ignorados, pero al agregarlos a los planes climáticos nacionales, los responsables de la formulación de políticas pueden mejorar sus contribuciones de mitigación y adaptación de los sistemas alimentarios, hasta en un 25 %. Según el Acuerdo de París de 2015, se espera que los países revisen o vuelvan a enviar sus NDC cada cinco años.
Este año, por lo tanto, los legisladores tienen la oportunidad de adoptar soluciones de sistemas alimentarios y establecer metas y medidas más ambiciosas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y, a su vez, mejorar la biodiversidad, la seguridad alimentaria y la salud pública.
Los sistemas alimentarios, que reúnen todos los elementos y actividades relacionados con producción, procesamiento, distribución, preparación y consumo de alimentos, representan hasta el 37 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. Continuar con la misma trayectoria que han seguido tradicionalmente los negocios agotará por sí solo los presupuestos de emisiones que sean compatibles con la meta de 1,5 °C, y que corresponden a todos los sectores.
Aunque el 89 % de las NDC mencionan la producción agrícola, los objetivos de reducción de emisiones agrícolas se incluyen principalmente en objetivos más amplios de uso de la tierra. Particularmente, otras acciones en el sistema alimentario como la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos o el cambio a dietas más sostenibles, son ampliamente ignoradas a pesar de representar la oportunidad combinada de reducir las emisiones en hasta 12,5 Gt CO2e, el equivalente a retirar 2,7 mil millones de autos de las calles.
“Se necesitan compromisos ambiciosos, con plazos concretos y cuantificables para la transformación de los sistemas alimentarios si queremos lograr un futuro de 1,5 °C. No hacerlo es ignorar uno de los principales impulsores de la crisis climática actual. Sin acciones que aborden cómo producimos y consumimos alimentos, no podemos lograr nuestros objetivos climáticos o de biodiversidad, que son la base para lograr la seguridad alimentaria, prevenir la aparición de enfermedades y, en última instancia, cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Es por eso que llamamos a los gobiernos a incluir enfoques de sistemas alimentarios positivos para el clima y la naturaleza en las NDC revisadas y más ambiciosas que presentarán este año”, dijo Marco Lambertini, director general de WWF International.
Las 16 acciones identificadas en el informe incluyen la reducción del cambio de uso del suelo y la conversión de hábitats naturales, lo que podría reducir las emisiones en 4,6 Gt CO2e por año. De manera similar, la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos, que representa el 8 % de todas las emisiones de GEI, podría reducir las emisiones en 4,5 Gt CO2e por año. Sin embargo, solo 11 países mencionan actualmente la pérdida de alimentos en sus planes y ninguno considera el desperdicio de alimentos.
Mejorar los métodos de producción y reducir las emisiones de metano del ganado podría disminuir las emisiones hasta en 1,44 Gt CO2e por año, pero podrían lograrse reducciones mucho mayores cambiando a dietas más saludables y sostenibles con una mayor proporción de alimentos de origen vegetal que de origen animal. Esto podría evitar emisiones de hasta 8 Gt CO2e cada año. Pero ningún plan climático nacional actual discute explícitamente dietas más sostenibles.
El informe revela que los países desarrollados tienen menos probabilidades que los países en desarrollo de proporcionar acciones de mitigación específicas del sector para la agricultura en sus planes climáticos actuales. Aunque en términos absolutos, el número de acciones específicas para reducir las emisiones en el sistema alimentario también es bajo en los países en desarrollo.
Hasta agosto de 2020, se han enviado 15 actualizaciones y revisiones de NDC y, aunque algunas incluyen agricultura, aún faltan acciones. Los primeros indicios apuntan a que se seguirán ignorando el consumo sostenible de alimentos y la pérdida y el desperdicio de alimentos en el proceso de revisión. Ninguna de las actualizaciones y revisiones enviadas los menciona en sus contribuciones o políticas y medidas de mitigación.
Fuente: WWF