Las personas expuestas continuamente a la contaminación del aire tienen un mayor riesgo de demencia, especialmente si también padecen enfermedades cardiovasculares, según un estudio del Instituto Karolinska, en Suecia, publicado en la revista ‘JAMA Neurology’. Asimsimo, se prevé que el número de personas con demencia se triplique en los próximos 30 años, pero todavía no se ha identificado ningún tratamiento curativo.
Actualmente, la búsqueda de riesgos modificables y factores protectores sigue siendo una prioridad de salud pública. Estudios recientes han relacionado tanto la enfermedad cardiovascular, como la contaminación del aire con el desarrollo de la demencia, pero los hallazgos sobre el vínculo de la contaminación del aire han sido escasos e inconsistentes.
En este estudio, los investigadores examinaron el vínculo entre la exposición a largo plazo a la contaminación del aire y la demencia y qué papel juegan las enfermedades cardiovasculares en esa asociación. Casi 3 mil adultos, con una edad promedio de 74 años y viviendo en el distrito de Kungsholmen, en el centro de Estocolmo, fueron seguidos durante hasta 11 años.
De ellos, 364 personas desarrollaron demencia. Sin embargo, el nivel promedio anual de partículas de 2.5 micrones o menos de ancho (PM2.5) se considera bajo en comparación con los estándares internacionales. «Curiosamente, pudimos establecer efectos nocivos en la salud humana a niveles inferiores a los estándares actuales de contaminación del aire», detalló la primera autora Giulia Grande, investigadora del Departamento de Neurobiología, Ciencias de la Atención y Sociedad del Instituto Karolinska.
«Nuestros hallazgos sugieren que la contaminación del aire juega un papel en el desarrollo de la demencia, y principalmente a través del paso intermedio de la enfermedad cardiovascular y especialmente el accidente cerebrovascular», añadió. Durante los últimos cinco años de exposición, el riesgo de demencia aumentó en mas del 50% por diferencia de rango intercuartil (IQR) en los niveles medios de PM2.5 y en un 14 por ciento por IQR en óxido de nitrógeno.
Las exposiciones anteriores parecían menos importantes. Según los investigadores, la insuficiencia cardíaca y la cardiopatía isquémica aumentaron el riesgo de demencia y el accidente cerebrovascular explicaron casi el 50 por ciento de los casos de demencia relacionados con la contaminación del aire.
«La contaminación del aire es un factor de riesgo establecido para la salud cardiovascular y debido a que la ECV acelera el deterioro cognitivo, creemos que la exposición a la contaminación del aire podría afectar negativamente la cognición indirectamente», afirmó Giulia Grande.
«En nuestro estudio, prácticamente toda la asociación de la contaminación del aire con la demencia parecía ser a través de la presencia o el desarrollo de ECV, agregando más razones para reducir las emisiones y optimizar el tratamiento de la ECV concurrente y los factores de riesgo relacionados, particularmente para las personas que viven en el zonas más contaminadas de nuestras ciudades», concluyó.
Fuente: Ecoticias.com