El Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) desarrolló la tecnología denominada “Poda de formación en vaso cerrado modificado en cuadrante para el control de mancha parda en tangelo” y lo puso a disposición de los citricultores de la selva central para que controlen la enfermedad de mancha parda y, al mismo tiempo, incrementen sus rendimientos con un buen manejo de dicha poda.
Esta práctica del Programa Nacional de Innovación en Frutales se realiza con la finalidad de eliminar las ramas infestadas y realizar una ventilación interna, podando ramas de los cuatro cuadrantes del árbol frutal para que, de esta manera, se regule la formación de la copa y presente una buena circulación de aire con lo que se evita la proliferación del patógeno y se logra menos incidencia de infestación en hojas y frutos, informó el INIA a INFOREGIÓN.
El ensayo de investigación se realizó en 1999 en la Estación Experimental Agraria Pichanaki (Chanchamayo). El experimento tuvo una duración de un año, desde enero hasta diciembre del 2009, y se validó en los distritos de Satipo, Mazamari y Pichanaki en el 2010, 2011 y 2012 respectivamente.
Los parámetros evaluados fueron el porcentaje de daño de mancha parda en tangelo, el tipo de poda que baje los niveles de infestación y los rendimientos en productividad de la calidad de la fruta.
La tecnología propuesta por INIA, disminuye la infestación de mancha parda hasta un 5%, comparado con el testigo que fue de 12% de infestación de mancha parda. El primer reporte de mancha parda fue dado en Australia en 1903 y actualmente está presente en Florida, Sudáfrica, Turquía, Israel, España y Colombia. Recientemente, se reportó en Italia, Brasil, Argentina y Perú.
Esta nueva tecnología se base en la integración de 3 componentes: Control cultural (Poda en vaso cerrado modificado en cuadrantes), (fertilización), Control físico-mecánico (recojo y destrucción de frutos y hojas infestadas), Control químico (Aplicaciones preventivas con fungicidas).