En la costa peruana existen 67 lomas, donde 19 de ellas están ubicadas en la ciudad de Lima. En el 2021, un equipo de científicos de la Universidad Científica del Sur estimó que solo las lomas de Amancaes podían almacenar más de 6 mil toneladas de carbono del medio ambiente, elevando su rol en la mitigación de los efectos del cambio climático.
“Estos ecosistemas son importantes porque extraen y almacenan carbono de la atmósfera a través de procesos como la fotosíntesis. Lo mismo ocurre en los bosques de la Amazonía y en el océano, por ejemplo”, indica el diario El Comercio en la nota que realizó sobre este hallazgo.
Ese mismo año, la ciudad de Lima fue catalogada como la ciudad con la peor calidad de aire de Latinoamérica de acuerdo con el índice Air Quality Life Index (AQLI), publicado en el informe anual del Instituto de Políticas Energéticas de la Universidad de Chicago.
Entonces, activemos la calculadora y realicemos estimaciones para saber de cuántos miles de toneladas de carbono pueden atrapar de este aire contaminado las 18 lomas restantes que tiene la ciudad, que con el pasar de los años son amenazadas por el tráfico e invasiones de terrenos o por los repentinos cambios en las zonificaciones, como lo ocurrido en el distrito de Lurín en el 2020, afectando a los humedales de Quilcay.
Grave situación de las lomas de Lúcumo frente al cambio climático
¿Qué pasó aquí? Se preguntaron los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de la Red ComunArte de Villa El Salvador y del movimiento Manthoc de Yerbateros al ser testigos de la aridez de las Lomas de Lúcumo. “Este año no hubo verdor y estamos muy preocupados” les dice Jonathan Retes, presidente de la Asociación Circuito Ecoturístico Lomas de Lúcumo, quien los acompañó en un breve recorrido.
“Estamos en las lomas de lúcumo y miren cómo el cambio climático está afectando. Esta zona solía ser verde… Había animales, aves, caracoles y flores como la Flor de Amancaes…. Y no hay nada, todo seco” dijo Paola, de 15 años, integrante del Manthoc, en un video que realizó al ver este escenario no natural de las lomas, donde pregunta qué podemos hacer como ciudadanos y ciudadanas, y además hace un llamado a las autoridades para que sepan lo que viene sucediendo en la zona.
Durante los meses de julio, agosto y setiembre, cuando las lomas suelen estar en su máximo verdor, estás no llegaron por la falta de lluvias, lo que ha traído un perjuicio tanto a nivel ambiental, por ser hábitat de muchas especies de flora y fauna; como a nivel de comunidad, al ver que sus reservas de agua, que provienen del subsuelo, son amenazadas por la sequía.
Retes resalta que no es la primera vez que las lomas “se secan” de esta manera. Lo mismo pasó en el 2007, 2020 y este año. “La municipalidad de Pachacamac tiene mapeado los problemas -climáticos, tráficos o invasiones de terrenos- pero lamentablemente no hay leyes o recursos que ayuden a poder controlarlos”, enfatiza.
Ofrenda a Las Lomas
La Red ComunArte de Villa El Salvador y el movimiento Manthoc de Yerbateros, luego del pequeño recorrido que realizaron en las Lomas de Lúcumo junto con los vecinos de la Comunidad Quebrada Verde, realizaron un sentido ritual de encariñamiento como símbolo de respeto a la Madre Tierra entregando una ofrenda y pidiéndole el retorno de las lluvias.
Con este accionar los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de las redes infanto juveniles acercaron la cosmovisión andino amazónica a la comunidad y afianzaron su formación en el Buen Vivir Urbano. Finalizaron su visita con el siguiente mensaje: Las lomas no son un terreno más, son vidas que cuidar.