La organización Acción por los Niños advirtió que nuestro país mantiene los factores de riesgo que alientan y permiten la trata de personas. Según la investigación de esta institución, esos factores son la pobreza, la violencia familiar, un bajo nivel educativo, la indocumentación y la corrupción entre funcionarios de Estado.
La mencionada ONG, que promueve los derechos de los niños, recogió información, en apoyo a la Policía Nacional, la Fiscalía y los gobiernos locales, sobre seis rutas de la trata de personas, que comienzan en su mayoría en ciudades amazónicas y terminan en localidades de la costa y sierra del Perú.
La directora de Acción por los Niños, María Teresa Mosquera, sostuvo que la ruta que tiene mayor cantidad de casos de trata de personas está en Iquitos, que tiene una gran demanda, sobre todo de menores, en el turismo sexual.
“En Cusco, Arequipa y Ayacucho también se presentan muchos casos, así como en zonas donde comúnmente hay mucho trabajo en minería y zonas portuarias», agregó.
Señaló que en esas zonas se puede captar mayormente a las niñas y «lamentablemente son localidades donde hay mayor debilidad de las autoridades para realizar algún nivel de intervención».
Captan a sus víctimas en lugares públicos
En la investigación mencionada, Acción por los Niños indicó que los traficantes de personas captan a sus víctimas en las plazas principales de las ciudades, almacenes grandes, videos pubs y terminales de transporte terrestre.
La legislación peruana sólo contempla penalidades para la trata de personas que busca la explotación sexual, pero existen otros tipos, tales como los casos de trata laboral, tráfico de órganos, la mendicidad, la esclavitud y el trabajo forzoso, que se apoyan en mecanismos nacionales e internacionales, explicó Luis Encinas Guerra, funcionario de la secretaría permanente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos del Ministerio del Interior.
Esas formas de Trata fueron estipuladas en el Protocolo de Palermo, firmado por Perú en el 2000.
Acción por los Niños realiza un programa que busca contribuir al desarrollo de un Sistema Nacional de Protección y Promoción de la Niñez y Adolescencia, que intervenga directamente en el problema del abuso y explotación sexual de niñas, niños y adolescentes.
El programa se ejecuta bajo la estructura de las COMUDENAS, que están integradas a los gobiernos municipales y conformadas por diversas organizaciones locales tanto del Estado como de la sociedad civil (escuelas, centros de salud, comisarías, jueces, organizaciones comunitarias, parroquias, entre otras).