A la luz de los hechos, los hilos de las mafias detrás de la deforestación no solo están activos sino que actúan con el poder público a su servicio y aprovechan el contexto de la pandemia para intensificar su labor destructiva y depredadora. A esto se suma el desborde de la actividad minera ilegal, la pequeña y gran agricultura en un contexto en que el propio gobierno peruano ha tomado acciones que debilitan de manera arbitraria e injustificada la débil institucionalidad ambiental y forestal del Perú ¿Se saldrán con la suya?
El Proyecto de Monitoreo de los Andes Amazónicos (MAAP), por su siglas en inglés, alertó que la Amazonía peruana atraviesa la temporada más alta de deforestación debido a la minería aurífera y a la agricultura a pequeña y gran escala.
En su último reporte, publicado el 23 de agosto, presentó los casos más alarmantes registrados en lo que va de 2020. Frente a esta emergencia ambiental, el MAAP recalca que es fundamental aplicar el monitoreo en tiempo real.
Para ver texto publicado por Servindi haga click aquí