Cada año nuestro país pierde 220 millones de dólares a causa de la tala ilegal de especies selectivas como el cedro y la caoba. Ante esta situación, el Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre, OSINFOR, reinició en enero último la fiscalización de más de siete millones de hectáreas de bosques de producción permanente. En el Perú existen 556 concesiones forestales maderables, que equivalen a 7,1 millones de hectáreas.
Durante el 2009 se efectuaron 78 supervisiones a concesiones forestales y se detectó que 46 incumplieron los contratos suscritos con el Estado, por lo que se les ha iniciado Proceso Administrativo Único, PAU, que podría culminar con la declaratoria de caducidad.
La nueva etapa de supervisiones se inició el jueves 28 de enero pasado en la concesión forestal maderable Pumaquiro S.A.C., ubicada en el distrito de Iñapari, provincia de Tahuamanu, región Madre de Dios.
Hasta ese lugar llegó un grupo de ingenieros forestales comandados por el presidente ejecutivo del OSINFOR, Richard Bustamante, y por el director de Supervisión de Concesiones Forestales y de Fauna Silvestre, ingeniero José Ríos.
Tras sortear las inclemencias del clima y cruzar las caudalosas aguas del río Yaverija, los funcionarios evaluaron los árboles, los patios de trozas y las actividades de tumba y arrastre de la madera, con la finalidad de constatar que se cumpla con el plan operativo anual y con el programa general de manejo forestal.
Anteriormente, esta concesión fue sancionada por una falta leve, pero ya levantaron las observaciones que se hicieron.
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