En el último mes de enero se registró un total de 933 muertes relacionadas directamente con el narcotráfico en México, convirtiéndolo en el mes más violento de los últimos años y por encima de los 842 asesinatos que tuvieron lugar en diciembre del 2009.
La información extraoficial fue proporcionada por medios locales debido a que en México ninguna autoridad brinda datos oficiales oportunos sobre el número de este tipo de crímenes que ocurren en la nación, pues las cifras que proporciona el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, INEGI, se dan con muchos meses de atraso.
El más notorio de estos crímenes de enero fue el registrado en una fiesta en Ciudad Juárez, en donde fueron acribillados 16 jóvenes, en una masacre que conmovió a la opinión nacional y mundial.
El presidente Felipe Calderón lamentó el crimen que calificó como una tragedia para el pasís y precisó que en esa ciudad norteña «no basta la acción policíaca, del Gobierno, o de las Fuerzas Armadas, sino que se requiere una estrategia integral de recomposición social, de prevención y tratamiento de adicciones, de búsqueda de oportunidades de empleo, de esparcimiento y educación para jóvenes».