Desde las cero horas de hoy, todos los establecimientos comerciales, instituciones publicas y privadas amanecieron con sus puertas cerradas y acataron un paro de “solidaridad” con los agricultores cocaleros que exigen la suspensión de la erradicación de los cultivos ilegales de coca.
Muchos comerciantes sin embargo, aseguraron que acatan la medida de fuerza ante las amenazas de un promedio de cien cocaleros que desde hace días vienen intimidándolos con quemar y saquear sus locales si no se suman a la paralización.
Informaciones provenientes de la zona indicaban que desde las primeras horas del día piquetes de agricultores cocaleros bloqueaban las salidas de la ciudad mientras que grupos armados con palos y clavos sobresalientes, recorrían la zona urbana conminando a los comerciantes y empresarios a mantener cerrados sus negocios.
El tránsito vehicular por la carretera Fernando Belaunde se reabrió aproximadamente al medio día, luego que la Policía Nacional dispersara a los manifestantes.
Pese a la paralización, el Banco de la Nación de Tocache sí atendió al público, auque en forma restringida y a puerta cerrada. Por medidas de seguridad, las empresas de transportes guardaron sus buses en las cocheras y se observó un ausentismo total por temor a las represalias.
Mientras tanto, en las calles, se observa un clima de tensión derivada por la paralización decretada por los dirigentes cocaleros y la gente de a pie, protesta por la violencia que se observa en las calles.
Guillermina Pantigoso, ex cocalera y ahora agricultora de cultivos alternativos, expresó su descontento y preocupación que Tocache vuelva a ser la tierra de narcotráfico como, indicó, era antes.
“Es verdad que antes nos dedicábamos al sembrío de la coca pero hoy hemos cambiado nuestra condición de vida, tenemos cultivos legales y no es justo que un grupo pequeño de gente paralice la ciudad perjudicando a tantas familias que necesitan y trabajan por llegar el pan a sus hogares” expresó preocupada.