A pesar de que las mujeres son quienes contribuyen menos al aumento del calentamiento global, según ONU Mujeres ellas representan el 80% de las personas más perjudicadas por las consecuencias del cambio climático. Ante ello, es importante observar este escenario desde la interseccionalidad, ya que ser mujer indígena y defensora del territorio puede conllevar muchas dificultades.
Por ello, es importante analizar el tema desde la perspectiva de las mismas organizaciones de las mujeres indígenas, cómo se sintieron (o no) representadas en la COP27, en la agenda, en las decisiones que se tomaron o en su implementaron en base a lo sucedido en esta cumbre climática.
A continuación, Inforegión conversó con Melania Canales Poma, coordinadora del Enlace Continental de Mujeres de Mujeres Indígenas de las Américas -Ecmia Región Sur y expresidenta de la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (Onamiap). Ella nos comentó cómo la COP27 cubrió ciertos temas y qué queda por hacer, ya que fue parte de la delegación peruana que estuvo en Egipto.
Canales hizo un balance no muy positivo sobre la COP27 y expuso sus preocupaciones. Dijo que “hay muchas cosas pendientes y retrocesos en esta COP” refiriéndose a la carencia de representación de las mujeres indígenas. De hecho, en un artículo de Distintas Latitudes, titulado COP27: Voces de las mujeres indígenas replegadas a un pabellón, se menciona una gran ausencia y de participación de este grupo humano en las negociaciones y exigencias de quienes defienden la naturaleza permanentemente.
También recalcó un problema crónico en las COP. Según ella la participación de empresas que contaminan el ambiente en las cumbres, además de aportar a su financiación. Canales expresó una preocupación por la “incidencia del gran empresariado” en las cumbres ambientales de esta envergadura.
Además, nuestra entrevistada mencionó una segunda preocupación: “Solo se habla de financiamiento, pero no de remediación y reducción”. Recordó que no se habla del verdadero pulmón del planeta: los mares, los mayores sumideros de carbono. “Solo se habla de los bosques, pero no de los mares”, enfatizó Canales.
Asimismo, anotó que “como mujeres indígenas hemos podido visibilizar que si habrá financiamiento tiene que haber principios y estrategias para evitar la corrupción”. No debemos destruir a la madre naturaleza y centrarnos solo en las actividades extractivas y de industria, sostuvo nuestra entrevistada poniendo como ejemplo las consecuencias graves del cambio climático.
Por ello, para reducir sus consecuencias planteo el uso de energías renovables, la reforestación y fortalecer la soberanía energética y alimentaria fomentando la agricultura familiar en el marco de mitigación y adaptación. “Como organización hemos trabajado la siembra y cosecha del agua, recuperando y revalorando conocimientos ancestrales y no solo tecnologías modernas. El Estado debe proteger estas prácticas y los ojos de agua en todas las regiones”, dijo. Recalcó la importancia de los bosques, del agua y de los glaciares: uno no existiría sin el otro.
“Queremos políticas públicas que tomen en cuenta tecnologías ancestrales para la adaptación y mitigación del cambio climático. Queremos que se vea a la madre naturaleza como un ente vivo”, resaltó Canales. Sin plantas, animales, insectos y agua nuestra vida no sería posible, acotó. Nuestra vida depende de otros seres, por lo cual recalcó la importancia de tener representación en las COP y de que se implementen conocimientos tradicionales para adaptarse y mitigar las consecuencias del cambio climático.