AMAZONÍA. En el 2021, se perdió aproximadamente unas dos millones de hectáreas de bosque primario en los nueve países amazónicos; cifra que representa una ligera disminución con respecto al 2020, pero es el sexto registro más alto. La cifra corresponde a un estudio realizado por el Proyecto Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP) que presenta, por primera vez, datos obtenidos por la Universidad de Maryland que diferencia la pérdida de bosque causada por la deforestación y los incendios.
El estudio precisa que la principal causa de la pérdida de superficie boscosa en la Amazonía sudamericana fue la deforestación (78%), que equivale a unos 1.57 millones de hectáreas. La cifra representa un ligero aumento con respecto al 2020, y es el quinto registro más alto. «Esta deforestación afectó a todo el tramo del sur amazónico (sur de Brasil, Bolivia y Perú) y más al norte en Colombia», dice el estudio.
Los países más afectados por la deforestación en el 2021 fueron: Brasil (73%), Bolivia (10%), Perú (8%) y Colombia (6%). Se registra que en el Perú y Colombia la deforestación se redujo a partir del 2020, pero siguió manteniéndose elevada; mientras que en Brasil y Bolivia la deforestación fue la más alta desde el 2017.
Los incendios
La investigación registra que en el 2021 los incendios causaron un 22% de la pérdida de bosque primario, que representa unas 436 000 hectáreas. Aquí se produjo una reducción frente a la temporada de incendios del 2020, pero fue el cuarto registro más alto. Un 90% del impacto de los incendios se dio en dos países: Brasil y Bolivia.
Pérdida forestal amazónica en 20 años
El MAAP estima que desde el 2002 la deforestación sufrida acumulada por la Amazonía es de más de 27 millones de hectáreas de bosque primario, es decir, una superficie equivalente a todo el territorio de Ecuador, una de las naciones que comparte bosques amazónicos con otros países. A ello se agrega un área adicional de 6.7 millones de hectáreas que fuera consumida por los incendios.
El caso peruano
En el 2021, la Amazonía peruana perdió unas 132 400 hectáreas de bosque primario por la deforestación. Los incendios afectaron directamente a otras 21 800 hectáreas. La deforestación fue menor que el 2020, no obstante fue el sexto registro más alto. El impacto de los incendios registró el segundo más alto (detrás del 2017). La deforestación se concentró en el centro y sur de la Amazonía (regiones Ucayali y Madre de Dios).
Se destaca la rápida deforestación (365 hectáreas) en una nueva colonia menonita, cerca del pueblo Padre Márquez. Algunos hotspots adicionales en el sur (región Madre de Dios), son en gran medida por la expansión de la agricultura que toma el lugar de la minería aurífera. De hecho, la deforestación por minería aurífera se ha reducido por acciones del Estado, no obstante, sigue amenazando zonas clave y territorios indígenas.
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