Torrenciales lluvias castigaron la zona de la selva ayacuchana correspondiente al Valle del Río Apurímac y Ene (VRAE) afectando a la mayoría de los pueblos, siendo los más afectados los de la zona de Buenos Aires, comprensión al distrito de Llochegua, donde 15 familias se vieron perjudicadas.
Se supo que dos ciudadanos resultaron heridos y pobladores presentan traumas psicológicos por la fuerte lluvia con descargas eléctricas, acompañados de fuertes vientos huracanados que destrozaron algunas viviendas.
El fenómeno ha despertado el temor entre la población, quienes temen sufrir desbordes de los principales ríos de la zona que afecten sus chacras y viviendas, y empiezan a elevarse voces que instan a las autoridades locales a reforzar las defensas ribereñas.