VRAEM. Ricardo Soberón, el presidente ejecutivo de Devida, cumplió con el fin de exponer ante autoridades locales y organizaciones de productores, sociales e indígenas del Vraem la necesidad de implementar acciones para lograr una real articulación de los esfuerzos del Estado para mejorar la lucha contra las drogas y la promoción del desarrollo sostenible en pos de una mejor calidad de vida de la población. Todo esto en el marco de la Política Nacional Contra las Drogas (PNCD) al 2030.
En ese sentido, entre el domingo 13 y el viernes 18, Soberón visitó los distritos de Villa Virgen, Anchihuay, Santa Rosa, Ayna, Llocehgua, Samugari y Sivia, en la región de Ayacucho. Así como los distritos de Villa Kintiarina, Kimbiri y Pichari, en Cusco.
“Hemos encontrado una situación de lejanía y descoordinación en las políticas con las que interviene el Estado en el Vraem. Debemos cambiar la forma como miramos esta zona, lo que incluye replantear el Estado de Emergencia que afecta su desarrollo y empezar a dialogar con todos los actores del valle, especialmente con los que desconfían del Estado”, señaló Soberón.
El titular de Devida también hizo mención de la crisis que atraviesa el Vraem por los efectos de la pandemia, sobre el desplome del precio de la hoja de coca – principal sustento de una significativa cantidad de familias agrícolas del valle – que actualmente ronda los S/ 3.9 por kilogramo. A ello se suma, según Soberón, el grave problema de la presencia fragmentada del Estado en el Vraem, como consecuencia de la propia estructura de programas presupuestales y sus instrumentos de gestión, que impiden una coordinación efectiva en el terreno.
“Esto se deja ver en la falta de conectividad y la escasa cobertura de otros servicios básicos. Son inconvenientes que no han sido correctamente atendidos por la Estrategia Vraem 2016-2021, pese a que tuvo una inversión de S/ 2.1 mil millones a nivel multisectorial. Lo que estamos planteando es que se articulen los servicios del Estado, que sea integral, oportuno, que se brinde a la población del Vraem un servicio más consolidado”, indicó.
Por otro lado, enfatizó que Devida no es una agencia estatal de desarrollo sostenible –cuyo rol corresponde a otros sectores de la administración pública– sino que su trabajo es conducir la lucha contra el tráfico ilícito de drogas y sus delitos conexos. “Sin embargo, acompaña este proceso social, político y técnico con proyectos, programas y actividades que hacen posible mejorar el nivel de vida de poblaciones afectadas por las drogas”, mencionó.
Al respecto, destacó la importancia de reforzar el desarrollo alternativo a través de la diversificación productiva, la generación de valor agregado para obtener mayor rentabilidad y nuevas líneas comerciales de derivados y la búsqueda de accesos a mercados con precios competitivos. “Todo esto va a redundar en una mejor economía del agricultor. Creemos que la piscicultura y la apicultura son actividades que benefician no solo a los hogares y la seguridad alimentaria de las familias, sino también en la conservación de los recursos hídricos y la biodiversidad”, citó.
Pacto social y erradicación
Soberón también compartió los nuevos criterios que propuso Devida al Ministerio del Interior (Mininter) que, finalmente, fueron recogidos en el Plan Anual de Erradicación 2022. Estos establecen una meta de 18 000 hectáreas focalizando las acciones de reducción de cultivos ilícitos de hoja de coca exclusivamente en áreas naturales protegidas, bosques permanentes, zonas de amortiguamiento y de frontera y territorios de comunidades nativas.
En el caso del Vraem, explicó Soberón, Devida llevará a cabo la implementación del Pacto Social Ciudadano, dentro de los parámetros de la PNCD al 2030, mediante el cual la sociedad civil de ámbitos rurales, entre los que se encuentran los cocaleros, acordarán voluntariamente reducir mil hectáreas cada año, a cambio de recibir servicios más eficientes del Estado. “El reto es demostrar que Devida puede trabajar de cerca con los agricultores y de forma pacífica”, puntualizó.
En paralelo, Soberón subrayó que Devida impulsará la reformulación de la Empresa Nacional de la Coca (Enaco) para optimizar el modelo de control de la producción, acopio, industrialización y comercialización de la hoja de coca legal en el país.
Finalmente, recalcó que estamos ante una única oportunidad de reintegrar al Vraem al Estado de Derecho para lo cual deben darse ciertas condiciones: fortalecer el control de insumos químicos, realizar con nuestros medios la interdicción aérea, suscribir el Pacto Social Ciudadano y, sobre todo, articular la intervención del Estado en el territorio del Vraem, informó Devida a INFOREGIÓN.