A la cabeza de una caravana de 25 camionetas todoterreno con más de 120 personas, los alcaldes distritales de Mazamari, Río Tambo y Río Negro, en la provincia de Satipo, región Junín, lanzaron una nueva ruta turística que busca conectar a estas localidades del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) con el Santuario Histórico de Machu Picchu, región Cusco.
Los tres burgomaestres, integrantes de la Mancomunidad Norvraem, estuvieron acompañados de autoridades locales, operadores de turismo y periodistas locales y nacionales, quienes recorrieron durante dos días los 613 kilómetros de carretera, afirmada y asfaltada, que separan el distrito de Río Negro de las ruinas de Machu Picchu, una de las Siete Maravillas del Mundo.
La Caravana de Integración Norvraem – Machu Picchu partió la mañana del miércoles 1° de Río Negro y llegó esa misma tarde al distrito de Kimbiri, provincia cusqueña de La Convención, donde pasó la noche. La tarde del jueves 2 arribó a la estación de tren Hidroeléctrica, de donde se dirigió, por vía férrea, a la localidad de Aguas Calientes. La mañana del viernes 3, la comitiva ascendió a la ciudadela inca.
Durante el trayecto, los viajeros pudieron apreciar impresionantes paisajes formados por las montañas selváticas, los campos de cultivo de cacao y frutas y los caprichosos meandros que forman en su curso los ríos Ene y Apurímac.
Walter Escriba, alcalde de Mazamari y presidente de la Mancomunidad Norvraem, dijo que el lanzamiento de esta nueva ruta busca potenciar los atractivos turísticos que existen en el Vraem, una zona estigmatizada en el resto del país debido a la presencia, focalizada, del narcotráfico y el terrorismo.
Indicó que de los 613 kilómetros de carretera que separan Satipo de Machu Picchu, falta asfaltar 237, tarea que ya ha iniciado el Gobierno Central a través del Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Agregó que el próximo año se debe concluir el asfaltado del tramo entre el distrito de San Martín de Pangoa (Junín) y la Comunidad Nativa de Natividad, en el distrito de Pichari (Cusco).
Por su parte, Augusto Aponte, secretario técnico de la Comisión Multisectorial para la Pacificación y Desarrollo Económico y Social del Vraem, afirmó que, contra lo que muchos piensan, esta vía no presenta problemas de seguridad pues se encuentra alejada de la zona donde actúan los remanentes del terrorismo.
“En algunos tramos hay inconvenientes propios de una carretera que solo está afirmada, pero ese tema (el asfaltado) es algo que estamos viendo en coordinación con el Ministerio de Transportes”, explicó el titular del Codevraem, organismo adscrito a la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).
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