Vraem, la lucha en varios frentes

EL 70% del presupuesto para el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) se destinará al combate contra la pobreza y la desigualdad, sostuvo recientemente el secretario técnico de la Comisión para la Pacificación y Desarrollo (Codevraem), Luis Rojas. Esta cifra grafica con toda nitidez el giro que el Gobierno peruano viene dando en los últimos años a la lucha contra dos lacras que azotan esta parte del país: el narcotráfico y el terrorismo de Sendero Luminoso.

La visión militarista, que se sustentaba principalmente en la represión como forma para combatir estas amenazas, va quedando poco a poco como parte de la historia, y da paso a una visión integral en esta larga y compleja lucha.

Por décadas, la zona del Vraem fue lo que los académicos denominan «zona gris», un lugar donde el Estado carecía de presencia, situación que era aprovechada por el crimen organizado para imponerse ante el inmovilismo político.

La estrategia del gobierno del presidente Ollanta Húmala se sostiene en el postulado de que el Estado debe llegar con desarrollo a todas estas áreas olvidadas. Pero no cualquier modelo de Estado, sino uno fuerte y eficiente al momento de servir a la población y a los menos favorecidos.

Como lo señala Rojas, para cumplir esta política, el Estado hoy está presente con las oficinas de la Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria (Sunat), del Instituto de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) y el Banco de la Nación.

Además, Agrobanco abrió sus puertas en Mazamari, en la provincia de Satipo, para beneficiar a los agricultores que se han dedicado principalmente al cultivo de café, cacao y cítricos.

La política del Gobierno está orientada a brindar todo el apoyo para que los productos que salen del Vraem tengan una marca registrada para lograr un lugar en el competitivo mercado no solo nacional, sino también internacional.

Para articular los alejados cultivos con el mercado nacional, el Poder Ejecutivo, a través de sus diversas instancias, también tiene planeado la ejecución de la segunda etapa de la carretera Quinua-San Francisco, los corredores viales Ayacucho-San Francisco y Satipo-Cusco.

Además, la educación ha tomado un nuevo impulso. Prueba de ello es que 274 jóvenes de la zona rindieron examen de admisión para el programa Beca 18 Vraem, a fin de ingresar en universidades de Lima. De esta manera, se combate al crimen organizado desde el frente de la lucha contra la pobreza y la desigualdad.

Por otro lado, el combate al tráfico ilícito de droga y al terrorismo a cargo de la Comisión Nacional de Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) se observa en la intensa campaña que se realiza en el Vraem en estos últimos años. Para 2014, esta institución planea eliminar 16,000 hectáreas en esta zona del país.

La política de combate contra el narcoterrorismo está dando sus frutos; ya que se puede observar la pérdida de base social, aislamiento y aniquilación de líderes senderistas como Martín Quispe Palomino ‘Gabriel’ y Alejandro Borda Casafranca ‘Alipio’.

De esta manera, el presidente Ollanta Humala y su gobierno están cumpliendo la palabra empeñada en el pasado mensaje por 28 de julio, de priorizar el combate al narcotráfico y terrorismo, pero no solo por la fuerza militar, sino por el progreso y el desarrollo de los pueblos del Vraem, históricamente marginados.