La agricultura familiar debe incluir el componente ambiental y la gestión adecuada de los recursos naturales, sostuvo el viceministro de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del Ministerio del Ambiente (Minam), Gabriel Quijandría, quien señaló que nuestro país ocupa un lugar importante a nivel mundial por su biodiversidad.
“Esa es la base para poder asegurar o producir alimentos de alta calidad y mantener el equilibrio con el entorno, que lograron de forma histórica nuestros pueblos originarios”, resaltó durante el webinario “Seguridad alimentaria de pueblos indígenas u originarios en el contexto de COVID-19 en el Perú”, organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En ese marco, dijo también que se debe revalorar el trabajo que realizan los pueblos nativos en las zonas altoandinas y amazónicas del país. Por ello, señaló la necesidad de aplicar tecnología moderna y mejorar el alcance de la digitalización en los pueblos más alejados para así impulsar emprendimientos vinculados al aprovechamiento sostenible de nuestra diversidad biológica.
Asimismo, refirió que se requiere vigilar los productos oriundos del Perú y que el impulso gastronómico de los mismos no genere incrementos en sus precios o deudas con los agricultores. “Se debe contar con productos de excelente calidad y de alto valor nutritivo, pero que a la vez generen capacidad para asegurar la sostenibilidad de los sistemas productivos”, afirmó.
Asegurar el patrimonio alimentario
En otro momento del webinario, José Álvarez, director general de Diversidad Biológica del Minam, destacó el alto valor nutricional de los productos de la biodiversidad peruana.
Mencionó que, a diferencia de otros países, históricamente en Perú se ha logrado domesticar hasta 182 especies de plantas, de las cuales se derivan los famosos super alimentos (superfoods). “Estos alimentos son una oportunidad impresionante para garantizar la seguridad alimentaria frente al cambio climático a nivel mundial”, apuntó.
Según Álvarez, el 75 % de la diversidad genética cultivada en el mundo se ha perdido en los últimos cien años; y si bien Perú conserva casi la totalidad de ese patrimonio, actualmente está en riesgo, pues cada vez se cultiva menos. En tal sentido, dijo que es fundamental seguir impulsando los acuerdos de conservación entre el Minam, el Ministerio de Agricultura y Riego y las comunidades a fin de que reciban los incentivos para recuperar distintos tipos de variedades de productos en riesgo.
Añadió que, durante la campaña agrícola de 2019, estos acuerdos de conservación alcanzaron a 38 comunidades y 208 familias que cultivaron quinua, papa nativa, papa y maíz; y para el año 2022 se esperar llegar a 5000 familias y recuperar cien especies de cultivos.
En palabras de Álvarez Alonso, también es de suma importancia revalorar los saberes tradicionales que permiten generar resistencia a enfermedades modernas vinculadas al consumo de alimentos ultra procesados, informó el Minam a INFOREGIÓN.