En San Martín ya circulan tres vehículos motorizados utilizando como combustible el aceite vegetal carburante, cuya materia prima es el piñón blanco. Se trata de dos camionetas de la Dirección Regional de Agricultura que lucen en sus puertas la expresión “Mi combustible es aceite vegetal” y un camión fuso de la cooperativa de productores agroenergéticos de Leoncio Prado.
Estos vehículos con motores de ciclo diesel (petróleo) fueron adaptados para el uso del aceite vegetal carburante como combustible mediante la instalación de kits con tecnología alemana, los cuales permiten usar alternadamente como combustible el aceite vegetal, petróleo o la mezcla de ambos en cualquier proporción, combustibles que el motor reconoce automáticamente.
La adaptación básicamente consiste en la instalación de un sistema de intercambio de calor del motor al aceite con lo cual éste se calienta a unos 70 grados, disminuyendo su viscosidad y acercándolo a las características del diesel. El adaptador viene revestido de mangueras por donde circula el agua caliente procedente del sistema de enfriamiento del motor y permite mantener constante la temperatura; el kit incluye también un filtro adicional, inyectores y bujías para asegurar el funcionamiento del motor en perfectas condiciones, informaron funcionarios del GORESAM a INFOREGIÓN.
El consumo de aceite vegetal por parte del vehículo es similar al consumo de diesel, manteniendo las características de sonido, fuerza y rendimiento del motor y, además se obtiene un beneficio ecológico con la menor emisión de gases contaminantes.
Las ventajas comparativas ambientales también son evidentes: un galón de petróleo en combustión genera la emisión de 10 kilos de CO2, mientras un galón de biodiesel genera solamente 4 kilos de CO2. El costo total de la adaptación está alrededor de los 1,700 dólares, con un año de garantía (la empresa que realiza estas adaptaciones tiene una patente que garantiza la calidad). Sin embargo, conocido el principio y el sistema, técnicos de la región vienen trabajando en la adaptación con una tecnología nacional y regional que podría disminuir los costos a casi una décima parte de su costo actual.
El precio del aceite vegetal en forma industrial es menor al diesel, con lo cual los costos de adaptación se justifican y se recuperan; luego el usuario podrá tener un ahorro significativo.
La producción de aceite es motivada además por los precios con tendencia a seguir creciendo, porque por su naturaleza de combustible evolucionarán en estrecha relación a los precios del diesel.
El aceite de piñón viene siendo obtenido actualmente en la planta piloto de la cooperativa de Productores Agroenergéticos de Leoncio Prado, en la provincia de Picota, que conduce 130 hectáreas de este cultivo.
“De esta manera queda demostrado que en San Martín podemos obtener nuestro propio combustible teniendo como materia prima al piñón como una especie propia de la región, la cual nos permite, sin competir con la producción de alimentos, recuperar para la agricultura áreas intervenidas, diversificar la producción y la agroindustria con beneficios económicos, sociales y ambientales, además de contribuir a la construcción de nuestra independencia energética”, afirmó el coordinador del Proyecto de Promoción del Piñón que ejecuta la Dirección Regional de Agricultura, Félix Campos Flores.
“Esta actividad nos permitirá también ir sustituyendo gradualmente las actuales importaciones de biodiesel para cubrir la demanda interna, las cuales han demandado ya al Estado Peruano más de 120 millones de dólares de gasto, montos que podrían invertirse en la promoción del desarrollo de nuestros productores nacionales”, agregó.
El objetivo de estas adaptaciones es también ir generando un mercado para el producto final de esta oleaginosa (piñón) y la promoción del uso de este aceite como una propuesta de la conversión de nuestra matriz energética y su posterior generalización de su uso en los vehículos de servicio público y privado.