Frente a la tala ilegal y la creciente deforestación en la Amazonía peruana, se debe impulsar un mecanismo como las veedurías forestales, para involucrar directamente a las comunidades indígenas y así vigilar, proteger y aprovechar estos recursos de manera racional.
Así lo indicó el investigador y catedrático de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP), Luis Campos Baca, quien destacó que se deben diseñar las estrategias necesarias para frenar este flagelo creciente de la tala ilegal.
«Se debe ver el tema de las veedurías forestales, para que sean los propios miembros de las comunidades indígenas que viven en el bosque, que en alianza con los órganos de control, puedan vigilar y controlar el bosque, eso requiere una capacitación», sostuvo.
Agregó que las comunidades pueden trabajar junto a la empresa privada para crear valor agregado a los recursos forestales con los denominados maquicentros para producir muebles y tener una mejor cadena de control de la madera.
Indicó que de esta manera se busca generar recursos para los miembros de las comunidades amazónicas y oportunidades productivas, ecoturismo, apicultura, con una visión integral para el aprovechamiento y protección de los bosques.
Precisó que se requiere de una amplia capacitación de las comunidades indígenas de la Amazonía en temas como gestión forestal, control y vigilancia del territorio comunal, negociación, entre otros.
«La veeduría forestal tiene varios componentes, las comunidades deben saber el marco legal, aprender que es un plan de manejo forestal, proyectos técnicos económicos, los mercados y la demanda de la madera con acabado. Para esto se requiere del apoyo decidido de los gobiernos regionales y con políticas de Estado», apuntó.
Campos Baca dijo que en el país ya existen cerca de 9 millones de hectáreas de bosques deforestados, motivo por el cual se deben tomar acciones, sobre todo que ahora el Perú será anfitrión de la Vigésima Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP20).
Recalcó en la necesidad también de revisar el tema de la concesiones forestales ya que existirían vacíos con la información, porque las personas a las que se les otorgó estas concesiones llegan al lugar designado y no encuentran la madera que se había previsto.
«Por tal motivo, empiezan a ingresar a áreas naturales protegidas, deforestando grandes áreas sin ningún control y las autoridades por lo general no se dan cuenta de esta realidad porque no usan tecnología en el monitoreo», agregó (Andina).
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