A un año y dos meses de la declaratoria de emergencia en la provincia de Leoncio Prado y la creación del Frente Policial Huallaga, continúa la sensación de inseguridad ciudadana, por la ola de asaltos y crímenes que no tiene cuándo acabar.
A pesar que a la dotación regular de policías se le ha sumado un importante refuerzo de personal, así como 30 patrulleros modernos y motocicletas, continúan los asaltos en las carreteras, los asesinatos en las calles tingalesas, y las grescas callejeras de fin de semana. Lo que es peor, se han multiplicado las zonas de comercialización de pasta básica de cocaína.
La ciudadanía reclama mayor acción de la autoridad policial, la aplicación de un plan estratégico y la activación de los comités de seguridad ciudadana, que deberían estar presididos por el alcalde provincial, el jefe de la Policía Nacional, el Comisionado por la Paz y el Desarrollo, el Gobernador y otros representantes.