El Vaticano, en la línea marcada por Benedicto XVI, ha recordado que la manipulación genética, la degradación del medio ambiente, la acumulación excesiva de riqueza y el consumo de drogas son prácticas contrarias a los diez mandamientos bíblicos y por lo tanto pecaminosas.
Este anuncio lo esgrimió el obispo Gianfranco Girotti, regente del Tribunal de la Penitenciaría Apostólica Vaticana, en una entrevista al diario vaticano «L»Osservatore Romano», donde habló del concepto del pecado en un mundo globalizado.
En ese sentido, dijo que existen «comportamientos pecaminosos» en varias áreas de la sociedad actual, entre las que citó la bioética para denunciar que «los experimentos de manipulación genética, cuyo éxitos son difíciles de vislumbrar y tener bajo control», violan los derechos de las personas.
También citó como «pecaminosos» el mundo de la droga, que «debilita la psique y oscurece la inteligencia», y la desigualdad fiscal, «en la que los pobres -dijo- son cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos, alimentando una insostenible injusticia social».
Girotti se refirió asimismo a la ecología, destacando que hoy reviste una gran importancia. El Papa Ratzinger en sus casi tres años de pontificado ha salido en numerosas ocasiones en defensa del medio ambiente, afirmando que es un pecado dañar lo creado por Dios.