El analista en temas de narcotráfico, Rubén Vargas, consideró que el escritor Mario Vargas Llosa parte de premisas erradas cuando propone la legalización del comercio de las drogas como herramienta para combatir el tráfico de estupefacientes, pues el problema de la narcoviolencia que genera este flagelo no es mayor que el de salud pública que generaría un consumo masivo y porque Perú no se encuentra en la misma situación en que están México y Colombia.
«Las drogas causan un grave perjuicio a la persona humana, la degradan, la convierten en simplemente una persona carente de toda voluntad propia y hacen que ingrese a un nivel de degradación en el que no es capaz de decidir por sí mismo, sino que se convierte en una persona enferma que tiene que recibir un tratamiento profesional, como cualquier otra enfermedad», dijo en conversación con el programa Diálogo Ciudadano, que emite INFOREGIÓN.
Agregó que, debido a que el consumo de drogas ataca principalmente el cerebro y la capacidad de autodeterminación, el liberalizar su consumo masivo podría disparar a niveles altísimos la adicción en el país, donde «no estamos en al más mínima capacidad de dar un tratamiento profesional a esos nuevos adictos».
No es lo mismo Perú que México
El experto dijo, más adelante, que el laureado escritor también se equivoca cuando afirma que la legalización del comercio de las drogas debe ser una realidad debido a que el narcotráfico ya ganó el combate que realizan los países contra él, y que esto puede verse en países como Perú, Bolivia, Colombia y México. «El escritor se equivoca al poner en el mismo saco a países como Perú y Bolivia, junto con México y Colombia», estimó.
«Comparto el pesimismo de lo que está ocurriendo en materia de lucha antidrogas (…) creo que México dejó que el narcotráfico penetre hasta las instancias más profundas de la administración pública (…) el estado mexicano prácticamente se convirtió en un narcoestado (…) pero creo que esa no es la situación del Perú, felizmente», reflexionó.
«En el Perú todavía estamos en un momento en que podemos revertir la influencia del narcotráfico en el aparato estatal. Creo que los niveles de corrupción existen pero no en la magnitud que en México. Este espacio que el narcotráfico no ha copado en la administración pública nos permite pensar que aún se puede dar una lucha con mayor éxito que el que estamos observando», finalizó.
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