En una de las pequeñas aulas del colegio 32616 del centro poblado Pampamarca, escondida tras una repisa, se puede leer en letras de cartulina “Leyendo aprendo”. La literatura ha llegado a Pampamarca y parece que solo hace falta armar algunas repisas, aunque la visita del Premio Nobel hizo algo más que eso: Mario Vargas Llosa llegó y generó, casi sin querer, la trama de una nueva historia.
“Ahora los alumnos hablan de lectura y quieren leer. Quieren un concurso de poemas y de canto. Su visita nos ha motivado mucho”, señala el director de la escuela, Jonel Baltazar Coronel. Y este no es el único cambio que ha sucedido en el lugar.
El centro poblado ha visto cambios inesperados en los últimos años. Una nueva conciencia sobre la importancia de la educación ha venido de la mano de migrantes trabajadores que son la mano de obra en la construcción de la Central Hidroeléctrica Chaglla.
“Muchos obreros vinieron a trabajar con sus hijos y ellos fueron los que hicieron cambiar a las personas que viven acá sobre lo que es la educación. Ahí hubo un cambio radical”, cuenta Baltazar Coronel, que llegó a Pampamarca en 2009, cuando el colegio solo contaba con 64 alumnos y dos profesores.
“Actualmente contamos con 21 docentes y más de 500 alumnos entre los tres niveles”, señala el docente. “Esta escuelita ha crecido a pasos agigantados”, resalta.
Jonel arribó al centro poblado con la idea de instalar los tres niveles educativos en un complejo de fuertes estructuras y ambientes adecuados. El proyecto lo financió la Municipalidad Distrital de Chaglla, pero la gestión para apresurar el proyecto la realizó de la empresa Odebrecht Perú.
“La empresa Odebrecht nos ha sacado de apuros en muchas cosas, nunca nos han negado apoyo, por ejemplo con los biodigestores, losservicios higiénicos y parte de lo que son estas aulas… que son pequeñas pero así tienen su costo”, cuenta el director y respira profundo. Haber estado al lado de Vargas Llosa y ser parte de esta nueva historia, lo hace sentir diferente (InfoRegión).