MADRE DE DIOS. Una de las regiones más diversas del mundo también es la más afectada por actividades ilícitas, las cuales afectan paisajes y el bienestar de las comunidades que habitan en la zona. El narcotráfico, la tala y minería ilegal son males que los madrediosenses enfrentan y muchas veces lo pagan con su vida. Frente a ello la cooperación internacional es un insumo importante para dar batalla a estos flagelos.
Para hablar de esta problemática, el periodista Manuel Calloquispe conversó con Jene Thomas, director de Usaid en Perú, organismo internacional involucrado en la conservación de los recursos naturales de la Amazonía y la lucha contra la influencia de organizaciones criminales que afectan el medioambiente. Thomas detalló la labor de esta entidad y qué acciones se está tomando para frenar el avance de lo ilícito.
La región Madre de Dios es un tesoro biodiverso. Esta característica hace que muchos peruanos y peruanas se enorgullezcan, pues afirman que el Perú es único por tener esta variedad de especies de flora y fauna; sin embargo, la indiferencia o el mal manejo de políticas públicas se traduce en el descuido de lo que más nos caracteriza: la biodiversidad.
En esta región amazónica, la deforestación se intensifica cada vez más y lo verde de sus bosques se reduce cada vez más. Las actividades como tala o minería ilegal, los cultivos ilegales de hoja de coca hacen muchas veces de Madre de Dios un lugar sin jurisdicción para el imperio de la ley, frente a ello… ¿qué hace Usaid para combatir estos delitos?
«Es necesario investigar los crímenes ambientales. Hay que conocer quienes realizan actividades como tala ilegal o cultivo de coca ilegal, porque invaden territorios indígenas, reservas, zonas de conservación. [Por ello], queremos implementar en Madre de Dios lo que hacemos en otras regiones como San Martin, Ucayali y Huánuco: (…) que los cultivos de hojas de coca se conviertan en cultivos de café o cacao», comenta.
Es sabido que entidades como Usaid buscan cambiar el trágico panorama que se presencia en la región. Desde promover la siembra de productos alternativos, hasta utilizar influencias para que el sector privado se interese en la sostenibilidad de la zona.
«Hay que conocer quienes realizan actividades como tala ilegal o cultivo de coca, porque invaden territorios indígenas»
Iniciativas como el cultivo de castañas buscan frenar el narcotráfico, pero para ello los esfuerzos deben ser redoblados. «Buscamos que las empresas puedan promover acceso a capital de inversión, eso para apoyar [a los agricultores] a cumplir los requisitos del mercado. Eso ya se está negociando. En el sector madera también se busca lo mismo», señala.
En este sentido, este organismo internacional trabaja con el gobierno, la sociedad civil, empresas y comunidades indígenas para erradicar actividades ilegales en Madre de Dios. Están el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor), Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), Ministerio del Ambiente y el gobierno regional, para preservar y velar por los bosques amazónicos. Aunque esto parece no ser suficiente.
«No quiero señalar que uno u otro no hacen sus labores, el Gobierno está frustrado por parar esto. Todos queremos que haya un gobierno transparente. [Por esta razón], el día jueves voy a tener una reunión con el gobernador para ver qué podemos hacer a favor de promover la buena gobernanza en Madre de Dios», acota.
Pero benefactoras políticas públicas necesita benevolentes políticos. En Madre de Dios, la corrupción no tiene cuando acabar. El último gobernador regional recientemente elegido se encuentra prófugo luego que la justicia hizo pública sus vinculaciones con la madera ilegal. Si las propias autoridades están inmersas en esta red criminal, ¿qué se puede esperar?
«Sabemos que la corrupción existe en cualquier país, pero no estamos para acusar a nadie. Esperamos que los casos se resuelvan de forma correcta. La corrupción, en general, consume la productividad y la economía del país. Quita oportunidades, salud y educación. Esto afecta a los más vulnerables. Necesitamos más iniciativas para combatir eso», acota.
No obstante, la labor no es sencilla. Por ejemplo, existen burocracias que impiden frenar lo ilícito. En el caso de la minería, el representante de Usaid comenta que se está tratando que los procesos de formalización avancen con mayor rapidez, ya que las solicitudes de inscripción avanzan con lentitud y eso hace que la voluntad de hacer las cosas bien se vea reducida.
Otro gran problema es la trata de personas. Son las mujeres entre 18 y 29 años que son utilizadas en bares, cantinas, restaurantes o night clubs para ser explotarlas sexualmente. El estudio Balance sobre la situación actual de la trata, explotación y violencia sexuales en zonas de minería informal de Piura y Madre de Dios afirma que esta última región tiene una de las tasas más altas de incidencia de trata con 101.61 sobre mil habitantes, además de ser uno de los destinos clave de las rutas de trata a nivel nacional, principalmente en los alrededores de la carretera Interoceánica y en Puerto Maldonado.
Finalmente, Madre de Dios es un calvario para quienes buscan proteger sus tierras. Los asesinatos de los defensores ambientales no causan conmoción en quienes no entienden este problema como algo a ser atendido de urgencia. Son cinco los defensores que han sufrido graves atentados que acabaron con sus vidas.
«Estamos tomando acciones contra esa violencia hacia los defensores. Ellos son mayormente indígenas e intentan defender sus territorios. Hemos hablado con el gobierno para crear una unidad de respuesta», afirma Thomas.
Aunque Madre de Dios sea una zona biodiversa, con espacios y reservas únicas en el mundo, lo cierto es que esta región se encuentra en grave peligro. El narcotráfico, los asesinatos y las actividades ilegales parecen resaltar más que los bosques verdes destruidos por los mismos. Aunque se tomen todas las acciones posibles, si la indiferencia y la corrupción siguen no habrá forma de remedir los daños. Estamos advertidos.