La mujer siempre ha sido la fuerza que ha incitado al cambio en el desarrollo alternativo del Perú y son quienes han empujado a las autoridades, familias y caseríos a la toma de decisiones trascendentales para el progreso de sus comunidades.
Asimismo, decenas de mujeres profesionales y técnicas de Devida y de proyectos e iniciativas apoyadas por USAID, están día a día poniendo lo suyo para impulsar el desarrollo integral en caseríos y familias. Su protagonismo, desde diversas posiciones directivas y técnicas, ha sido vital en la gestión e implementación de los programas de post erradicación. Ahora bien, resulta evidente que la lucha por la igualdad de género y de oportunidades está vigente, y el trabajo por delante será arduo y tomará su tiempo.
Leyla Sinacay es una joven emprendedora y lideresa del pueblo de Puerto Bermúdez en Pasco. Su pasión se enfoca en la defensa de los derechos de las mujeres nativas y ahora es promotora de comunicación comunitaria en su caserío de Puerto Libre. «Estoy convencida que con esta poderosa herramienta de comunicación podré hacer mucho más para defender a la mujer yaneshina. El mundo sería diferente si fuese gobernado por mujeres», aseguró.
Por su parte, Cesia Gonzales es una docente que sufrió la época más dura del terrorismo en el valle de Monzón. Actualmente, se encuentra en el Plan Post Erradicación de DEVIDA y cuenta con tres hectáreas de cacao. «Quiero llegar a tener 10 hectáreas de cacao, tengo las áreas para hacerlo», comentó la emprendedora.
Vilma Quintikuari es una ashaninka que siempre tuvo que luchar por su libertad y dignidad. En el caserío de Sungaroyali tuvo que vivir con la enemistad de los cocaleros y narcotraficantes y sufrió muchas amenazas de muerte. Vilma nunca se aminaló y ahora cuenta con cultivos de cacao promovidos por DEVIDA. “Con ello quiero asegurar el futuro de mis hijos y la tranquilidad de mi pueblo, olvidado por mucho tiempo”, afirma.
Clara Westrycher es originaria de Pozuzo y actualmente radica en el caserío de Alto Yanayacu, distrito de Yuyapichis, Huánuco. Se inició en el cultivo de cacao hace cuatro años, por iniciativa propia, al ver la producción y rentabilidad de sus vecinos. Hoy tiene cuatro hectáreas y otras dos que ha instalado recientemente con DEVIDA. n. “Las mujeres del campo son mártires y muchas veces son sometidas por los varones. Yo lo viví en carne propia. Nosotras tenemos los mismos derechos que los hombres”, sostiene.
Erika Arias sufrió en carne propia lo que fue la violencia de Sendero Luminoso, quienes mataron a su padre y a varios familiares suyos cuando solo tenía 13 años. Hoy Erika es alcaldesa del centro poblado de Bella y productora cacaotera con tres hectáreas instaladas. Como alcaldesa gestionó un proyecto de reforestación con DEVIDA, cuya implementación se inicia en marzo del año 2106; gestionó la creación y construcción de un colegio integrado, que se encuentra en expediente técnico y con financiamiento; y la construcción del sistema de agua y desagüe. “Fui amenazada en varias oportunidades, pero siempre pesó más en mí el principio de querer vivir en paz”, dijo.
Por último, Luzmila Pérez es la alcaldesa del distrito de Luyando y una emprendedora en la ejecución de proyectos de cacao y mantenimiento de carreteras. Además, impulsó la formación y capacitación de 36 Juntas Vecinales Comunales en el marco del Plan Post Erradicación. “Lo más importante de ser autoridad es honrar laa palabra y compromiso que uno asume con el pueblo”, comentó.
Los comentarios están cerrados.