Acorde con los estudios realizados por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), el monto total de las transacciones económicas en el Perú bajo sospecha de procedencia de lavado de activos asciende a US$8.207 millones entre enero del 2007 y enero del 2014. De este monto, el 63% es generado por el narcotráfico y el 19% por la minería ilegal.
Se entiende por Lavado de Activos al proceso que busca convertir, ocultar o transferir dinero proveniente de actividades ilícitas para que no se conozca el origen de su procedencia.
Como explica el experto y gerente de la consultora KPMG, Martín Zecenarro, «se trata de dar apariencia de legalidad a recursos de origen ilícitos». Señala también que al combatir el lavado de activos se combate el financiamiento de muchas organizaciones criminales.
«La regulación del lavado de activos surge como una respuesta internacional al tráfico ilícito de drogas. Sin embargo, hoy en día se extiende a todos los delitos como la minería ilegal, la trata de personas o el terrorismo», agregó.
El estudio también muestra que un 39% de las denuncias por operaciones sospechosas provienen de los bancos.
Sobre esto Rosario Calderón, socia de KPMG, destacó que las empresas «han adquirido más consciencia sobre este problema» y que la legislación actual es propicia para frenar este delito.
«Las leyes actuales ayudan a monitorear a las empresas. Un sector que se está desarrollando y resulta atractivo para lavar dinero ilícito es el inmobiliario. La UIF debe aplicar las sanciones respectivas», dijo (La República).