Existen más de 1 200 leyes climáticas o relacionadas con el cambio climático a escala global, lo que representa una cifra 20 veces superior a la registrada hace más de 20 años, según Andrea Brusco, coordinadora regional de Gobernanza Ambiental de la Oficina de América Latina y Caribe del PNUMA durante la Conferencia Internacional “Agenda Peruana hacia el Cambio Climático”.
No obstante, en Latinoamérica y el Caribe solo tres países tienen Leyes Marco de Cambio Climático: Brasil (aprobada en 2009), México (vigente desde 2012) y Guatemala (aprobada en 2013), se informó a INFOREGIÓN.
En el caso de Perú, se encuentra pendiente la aprobación de su pre-dictamen. Se necesita una Ley Marco de Cambio Climático aprobada a partir de la cual se reduzcan los riesgos de los impactos de este fenómeno para los ciudadanos y las inversiones, además de impulsar la participación de todos en las acciones para combatir sus efectos.
Al respecto, Elsa Galarza, Ministra del Ambiente, señaló que todos los actores deben tener una obligación ante el cambio climático: “Con esta Ley de Cambio Climático [los diferentes Sectores] van a tener que incorporar el cambio climático en su normativa. Esa es la gran diferencia”. De esta manera la consideración de este fenómeno en la toma de decisiones estatales se vería asegurada.
Por su parte, Beatriz Salazar, investigadora del Grupo Perú, Ambiente y Clima, enfatizó las prioridades que deberían estar presentes en la Ley Marco de Cambio Climático peruana, tales como la importancia de la participación, sobre todo de las poblaciones vulnerables; la prioridad para la adaptación al cambio climático; el fortalecimiento de la gestión intersectorial e intergubernamental.
Hugo Che Piu, asociado de Derecho, Ambiente y Recursos Naturales – DAR, apuntaló que una Ley Marco de Cambio Climático debe nacer desde los principios de una “buena gobernanza climática” que se caracterice por la participación, la transparencia, la rendición de cuentas, la eficiencia, la efectividad, la distribución justa de beneficios y costos, y con un trabajo coordinado entre los sectores público, privado y social.
“Hay necesidad de construir una nueva economía. La economía no solo es dinero, es ecológica”, expresó el Monseñor Pedro Barreto, Arzobispo de Huancayo, quien expuso sobre la Encíclica Papal sobre Cambio Climático Laudato Sí, que pone en el centro de la reflexión la íntima relación entre la fragilidad del planeta y los pobres, quienes terminan siendo los más afectados por el cambio climático.
Por otro lado, Rubén Ninahuanca, de la Asociación Paz y Esperanza, junto al líder indígena Elías Siti, pusieron énfasis en que la protección de los bosques debe ir de la mano con el respeto de los derechos de los pueblos indígenas, en especial a la búsqueda del reconocimiento de su territorio y con legislaciones que pasen por procesos de consulta previa con los pueblos indígenas.