El fiscal antidrogas Juan Mendoza Abarca, quien trabajó en el 2007 en la ciudad de Piura, reiteró – coincidiendo con varias fuentes policiales– que urge crear una base antidrogas permanente en la provincia de Ayabaca, y se necesita además que la actual base antidrogas de Piura, a cargo del comandante PNP Luciano Olivos Bresciani, cuente con perros detectores de droga y personal especializado en insumos químicos y lavado de activos.
Según reporta hoy el diario El Comercio, se requiere asimismo reforzar las labores de inteligencia en la zona norte y para ello urge que el Estado retome el principio de autoridad en las fronteras.
“Toda la comunidad campesina de Ayabaca sabe del narcotráfico, pero esta se mueve entre el miedo y la corrupción. Los peruanos son solo peones de narcotraficantes colombianos que operan en Ecuador y el Perú. Estos financistas colombianos tendrían relación estrecha con un cártel extranjero más poderoso, posiblemente el de Sinaloa”, comentó una fuente reservada que cita el diario.
El negocio se mueve así. La pasta básica de cocaína (PBC) sale desde el Alto Huallaga y recorre los departamentos de San Martín y Amazonas hasta Jaén, en Cajamarca. Desde aquí se transporta hasta Huancabamba y Ayabaca, donde se almacena para luego ser procesada. En el trayecto se emplean ‘mulas’ y ‘mochileros’, sostuvo la policía antidrogas de Piura.
Los insumos químicos ingresan a nuestro país procedente de Ecuador y son usados en Ayabaca para procesar el clorhidrato de cocaína, que luego se almacena en Loja y Cariamanga, en Ecuador. Según la policía antidrogas de Piura, desde aquí se enviaría a Estados Unidos y Europa.
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