Unos 300 indígenas en aislamiento voluntario, aparecieron la mañana del viernes 19 de diciembre, en la Comunidad nativa de Monte Salvado, ubicado a 153 kilómetros al noroeste de la ciudad de Puerto Maldonado.
Todos ellos estaban armados con lanzas, arcos y flechas como para la guerra, así lo dio a conocer el secretario y coordinador de los Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario de la Federación nativa del Rio Madre de Dios y afluentes, Cesar Augusto Yojaje.
Lo sucedido ocurrió en la comunidad nativa de Monte Salvado, ubicada a 153 kilómetros al noroeste de la ciudad de Puerto Maldonado, capital de Madre de Dios. Cesar Augusto Yojaje, dio esta declaraciones en conferencia de prensa, en las instalaciones del local de la federación nativa, acompañado de la vicepresidente de la Comunidad de Monte Salvado, Carla Sebastián Vargas; y del Coordinador Regional de los Pueblos indignas aislados, Waldo Maldonado.
Carla Sebastián Vargas relata que eso de las 11 de la mañana salieron desde el monte, hacia la parte trasera de las viviendas delos comuneros, que está ubicado en las orillas del rio las piedras en el límite de la línea imaginaria 343.
Calculaban que eran aproximadamente unos trecientos indígenas en aislamiento voluntario, todos ellos eran hombres y portaban flechas y arcos, y lanza, como si irían a la guerra. A diferencia de otras ocasiones, donde solían salir por la rivera de los ríos, y acompañados de mujeres y niños.
Esta vez, dice Carla, los sorprendieron desde la espesura del bosque, tomando rápidamente todas las viviendas de la comunidad.
Según el relato, solo estaban tres comuneros y un niño, ya que el resto había bajado a la ciudad para sufragar en el último proceso electoral, y aún no habían regresado por lo que la gran mayoría de los comuneros estaban en la ciudad de Puerto Maldonado.
Los tres comuneros, uno de ellos Ernesto Alvarado Rondinel, el agente comunero, fugaron de la comunidad llevando a su hijo y sus pertenencias personales, en una canoa rio abajo hasta la vivienda de otro comunero a unos 300 metros de la comunidad, donde se refugiaron, para pedir auxilio a la Fenamad.
Recién en la tarde cuando ya se habían retirado los indígenas en aislamiento voluntario, los comuneros con mucha cautela regresaron a las viviendas de la Comunidad.
Según manifestó el agente comunero Ernesto Alvarado Rondinel a INFOEGIÓN, los indígenas en aislamiento voluntario, con el uso de las lanzas destrozaron todas las viviendas, rompieron las ropas, camas y ollas.
Se llevaron también todos los alimentos de las chacras, como yucas plátanos, y herramientas como machetes y hachas. Además mataron los animales domésticos de los comuneros como sus gallinas y patos.
PIDEN APOYO
Los comuneros de Monte Salvado son 53 comuneros, dice Ernesto Alvarado. Ellos no pueden regresar a su comunidad, ya que los indígenas en aislamiento voluntario, aun no se han retirado y están acampando a unos 200 metros rio arriba.
Esta mañana regresaron a la comunidad de Monte Salvado más comuneros, pero todos están refugiados en el puesto de vigilancia aun nadie puede regresar a quedarse en la misa comunidad.
Ellos piden ayuda, a las autoridades regionales y nacionales, ya que según el propio agente comunitario, se han quedado sin nada, todo lo han perdido, ya que los indígenas en aislamiento voluntario, han destrozado todo, y los todos los alimentos de la chacra se los han llevado, y destrozado sus viviendas.
Temen por regresar a sus viviendas, no pueden cultivas sus chacras, ni salir de casa, por el temor a tener encuentro con los indígenas en aislamiento. Según el agente comunero, los indígenas en aislamiento voluntario quieren expulsarlos de la comunidad y extender sus territorios, por eso, explica que vienen solo hombres y armados de arcos y flechas y lanzas.