La FAO (ONU para la agricultura y la alimentación) informó el día de hoy que un tercio de la deforestación mundial ocurre en América Latina y el Caribe, región que concentra el 22 por ciento de los bosques nativos, con 860 millones de hectáreas, situación que entre el 2000 y el 2005 ha causado pérdidas de 4.7 millones de hectáreas forestales por año.
El organismo de las Naciones Unidas precisó, al respecto, que la cifra, equivalente a un tercio de la deforestación mundial, representa una pérdida de 0,5 por ciento anual del total de bosques de la región.
Para la representante regional adjunta para América Latina y el Caribe de la FAO, Margarita Flores, los desafíos que propone la crisis económica y la necesidad de enfrentar el cambio climático sitúan la situación de los bosques en el centro del interés mundial.
La experta recordó que un informe sobre la Situación de los Bosques del Mundo 2009 advierte de que a corto plazo los bosques y el sector forestal resultarán muy dañados por la crisis económica mundial.
En opinión de Flores recogida por la agencia EFE, la importancia del sector forestal rebasa los límites económicos y sociales de la producción de madera, celulosa, papel, combustible y otros productos, ya que el bosque presta servicios claves como la conservación de la biodiversidad, la regulación del agua, y la mitigación del cambio climático.
«El tema crítico es cómo lograr una gestión forestal que genere productos, ingresos y desarrollo socioeconómico, y al mismo tiempo preserve el recurso y contribuya a la gestión medioambiental», advirtió.
Sin embargo, reconoció que la región ha sido pionera en la aplicación de mecanismos de conservación como, por ejemplo, el pago por servicios ambientales.
«Otro dato positivo es que la región tiene el 24% de las áreas protegidas del mundo y un total de 26 países han implementado programas forestales nacionales, que apoyan el manejo forestal sostenible y fortalecen la institucionalidad del sector», sostuvo.
Flores refirió que las plantaciones industriales podrían compensar parcialmente la desaparición de bosques naturales en términos de cobertura, de oferta de madera, y de algunos servicios ambientales, pero no en biodiversidad.
«Por eso, la preservación de los recursos forestales nativos debe continuar como prioridad para los Gobiernos de la Región», añadió la representante de la FAO aunque anticipó que algunos gobiernos podrían abandonar ambiciosos proyectos medioambientales debido al riesgo generado por la crisis actual.
Explicó que el sector forestal podría aprovechar las políticas monetarias y fiscales de estímulo de varios gobiernos para crear capitales de recursos naturales.
Plantar árboles, incrementar la inversión en gestión forestal sostenible, y una promoción activa de la madera en la construcción con criterios medioambientales y en la generación de energía renovable, serían parte integral del «desarrollo verde» del sector.
Ésta es una idea que gana fuerza y de acuerdo con la FAO existe potencial mundial para crear 10 millones de empleos nuevos mediante inversiones en el manejo sostenible de los bosques.