Las comunidades amazónicas de la región Ucayali elaboraron sus Planes de Vida, donde manifiestan su derecho a la autodeterminación indígena. Se trata de las comunidades shipibas de Buenos Aires, Nuevo Loreto, Junín Pablo y Caimito de la laguna del Imiría; y las comunidades asháninkas de Nueva California de Shatañya, Nueva Amazonía de Tomajao, Cametsari Quipatsi y San Miguel de Chambira.
Las comunidades mencionadas se encuentran en la cuenca del Tamaya, ubicadas en el distrito de Masisea, provincia de Coronel Portillo. La elaboración de los Planes de Vida contaron con la asistencia técnica del Proyecto de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, en sus siglas en inglés) Pro-Bosques.
El ejercicio del derecho a la autodeterminación indígena de las comunidades nativas en Ucayali requiere de procesos donde ellas mismas, conforme a su cosmovisión, identifiquen sus prioridades de desarrollo y su potencial de oportunidades para hacer frente a sus necesidades o intereses futuros, de manera ordenada y procurando el bienestar de sus miembros.
Los Planes de Vida fueron presentados ante el gobernador regional de Ucayali, Francisco Pezo Torres, el alcalde de Masisea, Silvio Valles Lomas, así como a los presidentes de las organizaciones indígenas, Adán Sánchez Huayta de la Federación Fronteriza de las Comunidades Nativas del Lago Imiría y Chauya de Masisea (Feconalicm) y Rodil García Odicio de la Asociación de Comunidades Nativas Asháninkas de Masisea y Callería (Aconamac).
El proceso de elaboración de planes tomó en consideración los lineamientos definidos en la guía del Ministerio de Cultura, a fin de tener un documento que ordene y afine los acuerdos, estrategias y reglas de la comunidad; teniendo como referente al territorio como principal escenario de acción y espacio vital de existencia, se informó a INFOREGIÓN.
Para las comunidades nativas mencionadas este proceso implicó el recojo de información y construcción de su visión comunal a 10 años, el mapeo de actores y el diagnóstico participativo, así como la reflexión sobre su cosmovisión e historia. Todo ello, en conjunto, permitió elaborar su concepción de desarrollo y buen vivir.
Durante las siguientes semanas, los Planes de Vida serán presentados en las propias comunidades para posteriormente iniciar su proceso de implementación con el soporte y participación de las autoridades locales, regionales, sectoriales y organizaciones que impulsan el desarrollo de las comunidades nativas. Este proceso puede apalancarse en los presupuestos participativos municipales y regionales, así como con proyectos de la cooperación nacional e internacional.
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