UCAYALI. Julio Cossio Otivo, ingeniero ambiental y vicepresidente del Capítulo de Ingenieros Ambientales de Ucayali, advirtió que la laguna de Yarinacocha tiene excesiva carga microbiana fecal, por lo que bañarse en ella puede ser perjudicial para la salud, situación que debe tomarse en cuenta, a pocas semanas de celebrarse la fiesta de San Juan.
El diario «Ímpetu» resaltó que uno de los cuerpos de agua más visitados por locales y turistas durante San Juan, es sin duda la laguna de Yarinacocha. Sin embargo, pese a ser considerado un atractivo turístico, las acciones para limpiarla o no contaminarla son casi nulas por parte de las autoridades competentes y los mismos ciudadanos.
“Hay un interés enorme referente a la calidad del agua de esta laguna, si bien es cierto el monitoreo de la laguna de Yarinacocha que se llevó a cabo el 2017 y de otros puntos de concentración como en la comunidad nativa San Francisco, quebrada de Pacacocha, Cashibococha y otros, arrojó una concentración de oxígeno baja, por lo que hay mucha demanda bioquímica de oxígeno, por ende, la hidrófana se está perdiendo”, agregó.
Para Cossio Otivo la laguna de Yarinacocha es el foco turístico de Pucallpa, y desde hace muchos años es contaminada indiscriminadamente por los propios pobladores de la zona, que se agrava con el desinterés de la gestión pública. “Reportes arrojaron que hay un alto grado de contaminación y excesiva carga microbiana fecal, eso tiende a repercutir en la salud de la población. ¿Qué espacios vamos a ofrecer al turismo nacional e internacional?”, culminó.
Por su parte, Óscar Panduro Murrieta, estudiante de maestría en Medio Ambiente, recomendó algunas acciones a la ciudadanía que deben ponerse en práctica para reducir los indicadores de contaminación.
“Debemos fortalecer la educación ambiental y el cumplimiento de las R, de reducir, reciclar y reusar los plásticos, es decir, si es posible minimizar o eliminar el consumo de los plásticos, porque la laguna mayormente está contaminada con plásticos, seguido de hidrocarburos que utilizan los conductores de los botes”, comentó.
También, hizo énfasis en la contaminación sonora que se produce en las lagunas producto de los pequepeque, y embarcaciones fluviales, que finalmente perjudican a las aves y animales silvestres de los alrededores. Inclusive puede repercutir en la salud de las personas, que puede causar una sordera grave e irreversible a largo plazo, informó el diario «Ímpetu».