Ucayali: Atalaya celebró Primer festival Intercultural en medio de gran algarabía

UCAYALI. Una semana de festividades vivieron los atalayinos y visitantes que participaron de las diversas actividades costumbristas y tradicionales durante el “Primer festival Intercultural Atalaya 2022″. El evento fue una fusión de culturas que comparten sus experiencias y tradiciones provenientes de los andes con la mística de la Amazonía, todos reunidos en la provincia de Atalaya, región Ucayali.

La expresión artística ha sido desde siempre una de las herramientas más importantes para la comunicación entre los seres humanos. Es así que este festival intercultural se inició con la elección de la reina de belleza atalayina, donde las participantes afloran todos sus encantos en las pasarelas para ser evaluadas por un exigente jurado, eligiendo a las dos finalistas en medio de sus seguidores que las alientan durante el evento.

Culturas civilizaciones y personas de diferentes tiempos y épocas han recurrido al arte para definirse, relacionarse y ampliar sus horizontes. Es así que el día más colorido se viste durante los pasacalles, con disfraces andinos y amazónicos representando personajes mitológicos de la Amazonia, recorren la ciudad mostrando sus danzas y tradiciones ancestrales de pueblos originarios andinos amazónicos, premiandose al mejor corso.

Lo cosmopolita de la provincia de Atalaya se expresa mediante el baile carnavalesco acompañado de rituales amazónicos. “Este festival intercultural demuestra que mediante las expresiones artísticas nos aproxima y cohesiona en formas de vida que nos permite desarrollarnos dentro de nuestra sociedad, sobre todo cuando nuestra provincia alberga muchas culturas desde la costa, la sierra y nuestros pueblos originarios de la Amazonía”, dijo Carol Trigoso Villalobos, alcaldesa de Atalaya.

Esto culmina con los juegos de carnavales, en medio de la yunsa o umishada, donde cada cultura pone de manifiesto cómo adorna sus árboles o palmeras, rodeados de stands con diversa gastronomía selvática y andina. Destaca el “paiche ajuanado” una suerte de fusión del tradicional juane con filete de paiche, acompañado de la cocona rellena, una réplica del tradicional rocoto relleno. En esta oportunidad la cocona va relleno de paiche en vez de la carne molida, acompañado del refresco de cocona o la ungurawina al gusto del comensal; mientras que en lo andino el “warmi urjui”una suerte de mistura con el cuy y la gallina, con cancha serrana y tortilla de acelga y de bebida, la chicha de jora.

El concurso del bombo baile es la otra atracción de esta maratónica danza selvática que se extiende por más de 30 minutos imparables con ritmo muy movido. Las parejas tienen que improvisar pasos desde los más tradicionales hasta los mas sensuales y eróticos, agarrándose en un duelo casi hasta morir, literalmente, porque muchos terminan siendo evacuados al hospital tras desmayarse de agotamiento. Participan representaciones de centros culturales de danzas y lo propio hacen las instituciones públicas y el sector privado.

La autoridad edil destacó el compromiso y la participación de las instituciones como la Ugel Atalaya desde el sector educación, la subgerencia del Gobierno Regional de Ucayali, la Red de Salud, los Bomberos y todas las instituciones y asociaciones culturales de Atalaya. “Con este evento se busca un intercambio dinámico y sinérgico, donde ninguna de las culturas participantes se encuentra por encima de la otra, sino que el elemento central es la integración, la convivencia y enriquecimiento de dichas culturas partícipes”, afirmó la alcaldesa de Atalaya.

La jornada concluyó con los juegos tradicionales carnavalescos y con ciertas particularidades en Atalaya, como el arrojar a hombres y mujeres a pozas que tiene la forma de un “jacuzzi” sobre lodo que se habilitan cerca a las umishas, donde disfrutan de estas fiestas niños y adultos. Muchos visitantes son bautizados con el arrojo a este “jacuzzi carnavalesco”; mientras las celebraciones con chichita de jora, mazato, chuchuhuasi y la infaltable San Juan, comienzan a desbordarse hasta el día siguiente, y luego despedirse hasta el próximo festival intercultural
atalayino.