Han pasado 3 años desde la ocurrencia de la última erupción del volcán Ubinas que, aunque fue de corta duración (aproximadamente 4 meses), provoco mayor afectación que las dos últimas que la precedieron (2006-2009 y 2013-2017). La erupción inició el 24 de junio de 2019, la actividad explosiva de mayor relevancia se presentó el 19 de julio de ese mismo año, localidades ubicadas a decenas de kilómetros del volcán, como Puno, Desaguadero, Carumas, Candarave, entre otras, reportaron la caída de ceniza.
El IGP, a través del Centro Vulcanológico Nacional (Cenvul), registró los primeros indicios de la reactivación del Ubinas una semana antes de erupcionar, dentro de ese periodo, se informó sobre las señales geofísicas anómalas observadas en el volcán y recomendó elevar el nivel de alerta de color verde a amarillo. El pronóstico exitoso de erupción volcánica brindado oportunamente a las autoridades permitió que estas adopten medidas en salvaguarda de la población asentada muy próxima al Ubinas.
Entre el 19 de julio y el 12 de septiembre de 2019, el Cenvul registró un total de 10 explosiones volcánicas y más de 22 mil señales sísmicas, las explosiones más importantes generaron hasta 11 horas continuas de emisiones de gases y cenizas que alcanzaron alturas por encima de los 6 km sobre el volcán; según el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) fueron afectadas, aproximadamente, 30 mil personas en varias localidades ubicadas en las regiones de Moquegua, Puno y Tacna fueron evacuadas en 4 albergues ubicados en el distrito de Ubinas.
Además, durante el desarrollo del proceso eruptivo, el IGP coordinó y asesoró, con base en el conocimiento técnico-científico, las acciones del Indeci, del Gobierno Regional de Moquegua y de las demás instituciones que conforman el Sinagerd en la adecuada y correcta gestión de la emergencia, brindando las recomendaciones oportunas para el cambio de nivel de alerta volcánica que describe la situación del comportamiento dinámico del volcán y recomienda una serie de acciones para la población y autoridades que consideran el nivel de peligro volcánico.
Actualmente, el Cenvul informa que los procesos geofísicos que permiten conocer el comportamiento dinámico del volcán Ubinas no presentan anomalías; por lo tanto, mantiene niveles bajos de actividad. En base a este conocimiento el IGP continúa haciendo “Ciencia para protegernos y ciencia para avanzar”.