A 50 días de las elecciones generales del 10 de abril, es una posibilidad grande que Keiko Fujimori resulte elegida presidenta en el periodo 2016 – 2021. A pesar de esta posibilidad, no duden que deseo el “milagro ateo” de un repunte de Verónica Mendoza, aglutinando al 30% que supone representa la izquierda en el Perú y luego, alcance al 50% más uno en segunda vuelta.
En todo caso, vislumbramos que Vero podría llegar a ser presidenta en el periodo 2021 – 2026, y bajo esta visión se nos antoja acercarles a ambas nuestra propuesta que puede abarcar todo un decenio político.
A continuación presentamos las siguientes tres propuestas políticas (desde el punto de vista e interés particular del Movimiento Agroecológico Peruano).
- Declarar a Perú como un país megadiverso, agroecológico, saludable y libre de transgénicos
Nuestra agricultura es imponente por su gran diversidad de cultivos y su capacidad de cosechas a lo largo de todo el año; esta grandeza se desentiende de grandes volúmenes porque nuestra agricultura se caracteriza principalmente por extensiones pequeñas manejadas por sus dos millones de unidades de agricultura familiar.
Eso sí, nos ubicamos como la octava potencia en exportaciones de frutas y hortalizas con bajo uso de insumos químicos y exportaciones de casi 400 millones de dólares en cultivos ecológicos.
No debemos -ni podemos (en términos de eficiencia y competitividad)- aspirar a ser exportadores de commodities sin mayor valor económico y de marca país. Por el contrario, debemos consolidarnos como productores de alimentos de alta calidad, y por ello mismo, resultaría estratégico y una ventaja competitiva, tener un país libre de cultivos transgénicos.
- La alimentación saludable, como parte de nuestro derecho a una seguridad y soberanía alimentarias sanas, debe ser promovida por encima de los intereses mezquinos de los industriales chatarra.
La majadería de la Sociedad Nacional de Industrias-SNI, al negarse a controlar y exigir a sus agremiados la disminución de los niveles insalubres de azúcar refinada, sal, grasas saturadas / grasas trans, y de allanarse a informar sobre los ingredientes transgénicos en las etiquetas, refleja la nula consideración hacia el bienestar de la población. La SNI demuestra con su gesto que anteponen las utilidades cuantiosamente fáciles a la salud de sus clientes.
Las/los consumidores responsables exigimos productos genuinamente nutritivos, con procesamientos libres de insumos refinados (sean azúcar blanca/rubia, sal, harina de trigo, aceites, …), libres de aditivos (colorantes, saborizantes, preservantes) y libre de ingredientes transgénicos. Nuestra familia completa merece productos de alta calidad para mantener la salud.
- Promover una agricultura familiar ecológica en todo el territorio nacional, como alternativa para superar la pobreza, aportar a la seguridad y soberanía alimentaria, y enfrentar el cambio climático.