Tres nuevos testigos declararon en proceso contra Alberto Fujimori

Hoy en la sede de la DINOES ubicada en el distrito de Ate Vitarte se reanudó el juicio contra el ex presidente de la República, Alberto Fujimori, por violaciones a los derechos humanos durante su mandato.


Como se sabe, se acusa a Fujimori de haber ordenado al grupo paramilitar Colina perpetrar la masacre de Barrios Altos (1991) y la ejecución extrajudicial de nueve alumnos y un profesor de la Universidad Enrique Guzmán y Valle (La Cantuta) en 1992.


Hoy fueron tres los testigos interrogados por las partes en el proceso que lleva a cabo la Sala Penal Especial de la Corte Suprema que preside César San Martín: Natividad Cóndor Cahuana y Felipe León León, ambos sobrevivientes de la masacre de Barrios Altos. 


Precisamente, Felipe León confirmó que el jefe del Estado nunca acudió al lugar de la tragedia de Barrios Altos para tratar de aliviar el dolor de los deudos y los sobrevivientes y sostuvo que un sacerdote llamado “Padre Carlos” lo buscó para ofrecerle un arreglo con el objeto de evitar mayores denuncias ante la justicia y los medios de comunicación. 


Previamente, León León contó en detalle cómo el grupo paramilitar Colina dio muerte por la espalda a un niño de ocho años (Javier Ríos Rojas) que se encontraba junto a su madre en la quinta de Barrios Altos.


Drama en los sótanos del SIE


Luego se hizo presente el periodista Gustavo Gorriti, para atestiguar sobre el secuestro que sufrió luego del autogolpe de Estado de 1992 y en el que fue trasladado a los sótanos del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) ubicados en el Cuartel General del Ejército en San Borja.


Gorriti sostuvo que meses antes de su secuestro en 1992 había descubierto que su casa era vigilada por sujetos extraños, posiblemente miembros de los servicios de inteligencia de las Fuerzas Armadas.


 


Dijo también que en el 2001, como miembro de la comisión de transferencia del sector Defensa al recientemente elegido gobierno de Alejandro Toledo, pudo conocer los nombres de algunas personas que participaron en su secuestro, pero que decidió no investigarlos porque se trataba de un tema personal.    


 


Reveló que luego de ser trasladado del Cuartel General del Ejército a la sede del Departamento de Seguridad del Estado en Lima, el propio jefe de la DIRCOTE, general PNP Ketín Vidal Herrera, le confesó que Vladimiro Montesinos había ordenado acusarlo por el delito de terrorismo.


 


“Vidal me dijo que se había negado a hacerlo y que si yo era puesto a disposición de la DIRCOTE iba a ser liberado inmediatamente”, detalló Gorriti.


 


Diálogo con Hermoza Ríos


 


Otro hecho importante que llamó la atención a la Sala Penal Especial fue el contenido de un diálogo que Gorriti dijo haber sostenido en un centro carcelario del país con el ex jefe del Ejército y de las Fuerzas Armadas, Nicolás de Bari Hermoza Ríos.


 


El periodista señaló que le preguntó a Hermoza Ríos por qué había firmado la orden de detención en su contra. Hermoza Ríos le respondió que lo hizo porque otras personas con mayor poder político se habían negado a hacerlo, mencionando a Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. De acuerdo con Gorriti, el militar le dio a entender que no le había quedado otra alternativa que hacerlo.