En las celdas del penal de Tarapoto, Santo Toribio de Mogrovejo”, vivían hacinados más de 600 internos cuando el lugar solamente podía albergar a 130 personas. La hora del rancho era simplemente un infierno y el consultorio médico era un sueño.
En un intento de cambiar esta realidad, esta semana el Instituto Nacional Peritenciario (INPE) inauguró el nuevo penal Pampas de Sananguillo. Los primeros en ser trasladados hasta este centro fueron 69 internos, entre mujeres y ancianos.