La muerte de un bebe prematuro en la sala de emergencia del hospital de Tingo María, ahora se ventila en los campos de la justicia, tras la denuncia de los acongojados padres contra médicos supuestamente negligentes en el caso.
Jeny Karina Sam Meza, de 34 años y madre de dos niñas, se encontraba en el sétimo mes de gestación, cuando la mañana del martes asistió con algunos dolores de parto anticipado a la sala de emergencias del Hospital de Tingo Maria.
Allí recibió un trato discriminatorio y hasta déspota, pues los técnicos le administraron un inyectable para evitar el parto y luego la dejaron abandonada en una camilla. Poco después se presentaron contracciones y cólicos, se le rompió la fuente, pero esto no conmovía a los doctores que esperaron más de 15 minutos para recién empezar con la atención.
La victima y sus familiares señalan a la pediatra Rosa Rodríguez, en el turno vespertino, como responsable de la desidia, y sobre todo de la orden de retirar al padre, Pablo Zavala Príncipe, quien nada pudo hacer para evitar que su bebé falleciera en la incubadora, poco después.