Transportistas reclaman cárcel para bloqueadores de carretera


Al décimo día de huelga cocalera, buen grupo de transportistas y pasajeros varados en esta ciudad protestaron contra los bloqueos y actitudes violentas impulsados por los cocaleros, como la quema de un camión cargado de maderas.


Los trabajadores demandaron a las autoridades locales mano dura para castigar a los vándalos cocaleros y desaprobaron las actitudes de los violentistas, cuyos dirigentes insisten en disfrazarlas como pacíficas. Otros conductores expresaron su temor a ser atacados y reclamaron se les libere de esta “prisión”, pues no pueden avanzar hacia sus destinos o retornar a sus lugares de origen.


 


Los transportistas señalaron que sus pérdidas son cuantiosa debido al destrozo de parabrisas, micas, faros en varios buses y camiones, así como un carro siniestrado. A todo esto, se suman los productos alimenticios malogrados y varios conductores y pasajeros heridos, así como la imposibilidad de cientos de pasajeros de llegar a sus destinos.


 


Se sabe que ya se agotó la gasolina de 84 y 90 octanos en los grifos, así como el gas doméstico, las tarjetas de telefonía móvil e, incluso, la cerveza. En tanto, la actividad es normal en la ciudad, lo que indica que la población no está de acuerdo con esta infructuosa huelga ilegal que perjudica la economía de los que menos tienen y siembra el pánico en los niños y estudiantes.


 


Muy agresivos


En tanto, los cocaleros continúan posesionados de los sectores Puente Aguaytía, Huacamayo, Huipoca, San Pedro de Chio, Pueblo Nuevo, San Juan y Von Humboldt, donde sostienen reuniones nocturnas con sus dirigentes y toman medidas de lucha provistos de piedras, palos en punta, verduguillos y bombas caseras.


 


Cualquier intento de pasar por la zona recibe como respuesta una lluvia de piedras, insultos y amenazas, así sean comerciantes humildes o niños en edad escolar. En tanto, la Policía Nacional (PNP) se mantiene alerta e interviene para controlar los desmanes.


 


A la medianoche del  martes, después del tenaz enfrentamiento con las fuerzas combinadas de la PNP, un piquete de indignados cocaleros incendiaron un camión Volvo FH de color rojo que se dirigía a la ciudad de Lima cargado de madera.


 


Los gritos del conductor y propietario no pudieron impedir el ataque de los cocaleros, quienes daban vivas al cultivo de la hoja de coca, así como otras frases vinculadas a la organización nacionalista.