En el mundo se han quintuplicado en los últimos años las enfermedades inflamatorias crónicas, y una de las causas sería el consumo de alimentos genéticamente modificados, o transgénicos, sostuvo Flora Luna, presidenta del Consejo de Vigilancia de la Asociación Médica Peruana.
“Pese a que los productores de transgénicos quieran negarlo, sí tenemos más enfermos, uno ve en medicina estadística que se han quintuplicado los problemas de alergia, asma, enfermedades inflamatorias crónicas o cáncer, pero como estos alimentos no están etiquetados, los médicos no podemos hacer una relación de causa-efecto, pero de que hay más enfermedades en el mundo, claro que las hay, por lo que debemos corregir esto”sostuvo la especialista.
Por tal motivo, recomendó en el programa Diálogo Ambiental, que produce INFOREGION, que los alimentos emvasados que desde hace varios años están ingresando al país, indiquen en sus etiquetas si son orgánicos o transgénicos, porque es un derecho de los consumidores estar bien informados para poder elegir libremente lo que va a comprar.
“Actualmente desconocemos lo que compramos, ya la Organización Mundial de la Salud ha hecho una clasificación, tenemos organismos vivos y modificados, y hay una gran producción de modificados, como la soya, el maíz, el trigo, el arroz y el algodón, que tienen manipulación genética, esto nos preocupa porque lo podemos consumir tal cual pero también pueden ser derivados”, indicó.
Luna alertó que si los alimentos provienen de Estados Unidos, Australia, Canadá, Argentina o Brasil, con toda seguridad se trata de productos genéticamente modificados.
“Qué pasa con la carne, la leche o los huevos de animales que se alimentan con granos genéticamente modificados, por ejemplo en el Perú nos encanta el pollito a la brasa y casi el 50 % de la alimentación de todas las aves es genéticamente modificada”, alertó.
Proyecto de Ley contra Transgénicos
Por tal motivo, indicó que se ha elaborado el Proyecto de Ley Nº 2902, que declara al Perú como megadiverso, orgánico y territorio libre de transgénicos, la cual se realizó en Huamanga.
Flora Luna fue ponente principal en la Audiencia Pública Descentralizada para explicar y analizar el proyecto de ley, el cual, sostuvo, “busca prohibir el ingreso legal de estas semillas modificadas o transgénicos, y potenciar lo orgánico y la riqueza natural en plantas y animales que tenemos, que ya se están exportando y como tienen un valor agregado se encuentran muy bien cotizados en el extranjero”.
Detalló que además de presentar este proyecto se vienen llevando a cabo reuniones con profesionales y autoridades regionales. Resaltó en ese sentido la Ordenanza del Gobierno Regional del Cusco, que en defensa de la riqueza biológica, prohíbe el ingreso de transgénicos y precisó que se espera que dicha experiencia sea replicada en otras zonas como Ayacucho y Huancavelica, donde se encuentran están trabajando actualmente.
Perú, país libre de Transgénicos
La Plataforma Perú Libre de Transgénicos tiene una enorme preocupación por el ingreso de semillas genéticamente modificadas al país, el tema ya ha dejado de ser solo de expertos, pues tiene que ver con la alimentación de todos los peruanos, es de importancia nacional, y se presentan grandes contradicciones entre lo que quiere el ministerio de agricultura y lo que quiere el Ministerio del Ambiente.
La doctora Luna refiere que las normas internacionales muestran la enorme preocupación de toda la humanidad por cuidar los recursos naturales y cada país tiene soberanía sobre su territorio.
Recalcó que nuestro país tiene dos características propias, es centro de origen de productos y además es megadiverso, por lo que se debe tomar una decisión muy razonada en cuanto a permitir el ingreso legal de estos consumos transgénicos porque somos un banco genético que va a sustentar la alimentación de todo el mundo.
“Tenemos recursos que no existen en todo el mundo y riqueza en variedad de papa, maíz, quinua, quiwicha, camu camu, medicinales y con valores agregados que deberíamos registrar o exportar al mundo y tener muchos ingresos por eso y no al revés, que ingresen productos con variación genética que son perjudiciales para la humanidad”.
Biotecnología no es igual a Transgénicos
La experta precisó que en el Perú hacemos biotecnología de primera generación desde hace 10 mil años, con cruce de especies, semillas, o al producir yogurt, cerveza o queso.
Asimismo, precisó que a partir de los años 90 y por necesidades estrictamente médicas se desarrolló la biotecnología de segunda generación, consistente en generar algunas proteínas muy útiles, como enzimas hormonas, vacunas de uso médico.
“Por ejemplo, en el caso de los diabéticos, tratamos de sacar del cerdo o del carnero la insulina de animales para usarla como tratamiento en diabéticos, pero se producían muchas reacciones adversas, por eso identificamos para qué sirve cada gen y así se fabricaron estas proteínas, eso está controlado por laboratorio, vemos su inocuidad y eficacia”, refirió.
Sin embargo alertó que «lo peligroso es la biotecnología de tercera generación o moderna, que es la que crea los transgénicos y en donde a un organismo vivo se le inserta genes que nunca los tendría de manera natural, por ejemplo al núcleo de una planta le inserto genes de una bacteria o de un pez)» precisó.
Al respecto, señaló que la soya, el maíz y el arroz son las plantas que mayormente se trabajan con transgénicos.
“Las grandes transnacionales hacen esta biotecnología de tercera generación, se crearon por los años 90 y dijeron que permitiría salud, vida y esperanza, además de combatir la pobreza, pero de 800 millones de pobres que había hace 15 años, ahora tenemos mil millones de hambrientos en el mundo, y en América Latina tenemos 55 millones, lo cual muestra la falacia de estas promesas”, sostuvo Luna Gonzáles.
Monopolio Monsanto
Informó además que en existe monopolio en la producción de transgénicos. «La empresa productora de transgénicos, Monsanto, ha constituido un monopolio, pues tiene el 90% de las semillas genéticamente modificadas, y vende sus productos diciendo que los agricultores van a ganar más, van a producir alimentos más seguros, van a tener mayor productividad, pero hasta el momento no se han cumplido ninguno de estos ofrecimientos».
“Hay una estrategia muy poderosa de Monsanto que ha conseguido que las agencias de regulación en los Estados Unidos que tienen que ver con la calidad de medicamentos y alimentos, acepten la equivalencia sustancial, es decir, aceptan la premisa de que los transgénicos son idénticos a los orgánicos, por lo que ya no es necesario hacer mayores estudios, pero no son idénticos”, alertó.
Asimismo, refirió que se conoce que Monsanto ha sido antes una industria química que ha producido los tóxicos más terribles del planeta.
“Estos productos son las dioxinas; el agente naranja que se expandió en Vietnam, herbicidas sumamente tóxicos y el DDT, que con el cuento de la revolución verde se iba a aumentar la productividad, pero no dijeron que producían secuelas como el cáncer, por ello no podemos confiar nuestra alimentación a esta empresa que tiene estos antecedentes”, reclamó.
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