Trampas explosivas en cocales ilegales son instalados por gente especializada

Las patrullas de desactivadores de bombas de la Policía Nacional están comprobando que las trampas explosivas tipo “ratoneras”, instaladas por los narcoterroristas en Yanajanca, son cuidadosamente camufladas para dificultar su ubicación.


 


Según personal de EDEX, la elaboración y manipulación de este tipo de explosivos no corresponde a un campesino común y corriente; sino a gente especializada que conoce de este tipo de armas.


 


Para activar la trampa, basta tocar una cuerda disimulada entre las ramas de coca. Cuando un inadvertido erradicador aplica su herramienta sobre un tallo, de inmediato salta el explosivo, que a su vez dispara una carga de clavos oxidados y vidrios en un radio de cinco metros a la redonda.


 


Los ‘cazabobos’ no necesariamente tienen por objetivo matar a un hombre. Lo que en realidad buscan es herirlo, generarle mucho dolor, miedo y provocar un despliegue de personal médico y helicópteros para su rescate y evacuación.


 


Esta táctica retrasa el trabajo, obliga a distraer hombres y equipos en tareas de búsqueda y desactivación, y sobre todo causa mucho desconcierto y temor en los compañeros erradicadores. Las trampas explosivas son un instrumento típico de las organizaciones que buscan sembrar el terror.