Tal como lo que habían anunciado en los últimos días, los trabajadores asistenciales y el personal médico del Hospital Regional de Ayacucho radicalizaron sus protestas e impidieron el acceso al primer nosocomio de esta zona del país. Tres trabajadores se encadenaron en la puerta principal del hospital, mientras que otros lanzaban sus arengas y algunos se extraían sangre para llamar la atención de las autoridades sobre la gravedad de la situación.
Cerca de las ocho de la mañana, los trabajadores del Sindicato Regional de Salud y las demás delegaciones se concentraron en los ambientes del Hospital Regional de Ayacucho. Los manifestantes no dudaron en expresar su descontento y responsabilizan al presidente regional de Ayacucho, Ernesto Molina, de la huelga que realizan desde hace más de 45 días.
Pancartas en mano, trabajadores y personal médico insistieron en que el sector salud está en huelga indefinida por la incapacidad del presidente regional.
El titular del cuerpo médico del hospital de Ayacucho, Héctor Chávez Chuchón, dijo que la huelga indefinida está dentro del marco legal.
Hasta el nosocomio local llegó el arzobispo de Ayacucho, monseñor Luis Sebastiani Aguirre, quien presentó una propuesta para que la huelga de los trabajadores del sector salud sea suspendida durante la Semana Santa. Los trabajadores rechazaron el pedido y aseguraron que se mantendrán firmes en su decisión de radicalizar la medida.
Mientras el director encargado de la Dirección Regional de Salud de Ayacucho, Walter Bedriñana Carrasco, se reunía con el gerente del Gobierno Regional, los trabajadores del nosocomio llegaron hasta las oficinas donde se desarollaba la reunión y tras romper algunas lunas, le otorgaron un plazo perentorio al director encargado para que deje sin efecto la resolución en la que se declara ilegal la huelga.
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