La carretera central continúa bloqueada a la altura de la provincia de La Oroya, Junín, donde unos tres mil trabajadores de la empresa minera de capitales norteamericanos Doe Run, bloquean la vía en reclamo a la solución de sus demandas laborales.
Según fuentes periodísticas, el grupo de manifestantes está conformado no solo por los trabajadores mineros, sino también por sus familias, quienes han acompañado a los jefes de hogar a bloquear la principal vía entre Lima y el centro del país.
El bloqueo, que se realiza de manera total y en ambas direcciones desde las primeras horas de hoy 22 de junio, mantiene a decenas de autobuses y camiones retenidos a pesar del trabajo de la Policía de Carreteras.
Los mineros mantienen bloqueadas la vía con dirección a Huancayo, el ingreso a Lima y la salida hacia Chanchamayo, por lo que decenas de buses interprovinciales y camiones han quedado varados.
Las tres rutas alternas
Sobre las protestas, el jefe de la Policía de Carreteras, general Enrique Medri, informó que existen tres rutas alternas para llegar a la zona centro del país.
Explicó que la primera ruta es por Huaral hasta Acco, en el sur de Cerro de Pasco; y la segunda es por Huacho hasta la provincia de Ambo.
Dijo que las dos opciones podrán ser utilizadas para los vehículos de carga de dos y tres ejes que provengan de la selva. Entre tanto, la tercera ruta alterna es por Lunahuana hasta San José de Quero, en Junín.
Cabe precisar que el paro indefinido de los trabajadores de Doe Run fue acordado la noche del pasado sábado 20 durante la asamblea de delegados de los trabajadores de la planta de la minera en la ciudad de La Oroya.
Antecedentes
El problema entre la empresa minera y sus 3.500 empleados comenzó hace varios meses a raíz de la crisis financiera internacional; Doe Run, principal procesadora de metal del centro de Perú, redujo sus operaciones al mínimo argumentando no tener recursos suficientes.
Al respecto, el ministro de Economía, Luis Carranza, logró que un grupo de empresas del sector minero se comprometa a avalar un crédito de 175 millones de dólares para que Doe Run reanudara sus actividades.
Como contraparte, Doe Run se comprometió a colocar el 100 por ciento de sus acciones como garantía de cumplimiento del Programa de Adecuación y Manejo Ambiental, PAMA, que debe estar implementado en el mes de octubre. Pese a esto, la planta de La Oroya nunca recuperó su ritmo habitual de producción y paralizó varias veces sus operaciones por completo.
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