En el sur peruano, en las regiones de Ayacucho, Arequipa, Moquegua y Tacna, existen 16 volcanes activos y potencialmente activos. Entre ellos, los que presentan los picos más elevados son el Coropuna (6377 m s. n. m.), Chachani (6057 m s. n. m.), Sabancaya (5960 m s. n. m.), Misti (5822 m s. n. m.), Tutupaca (5801 m s. n. m.) y Ubinas (5672 m s. n. m.). De todos, solo el Coropuna, el más elevado de los volcanes peruanos y ubicado en la parte alta de las provincias arequipeñas de Castilla y Condesuyos, es considerado como un volcán nevado, ya que alberga un casquete glaciar de aproximadamente 44 km2. El agua de deshielo que proviene de dicho volcán beneficia a poco más de 25 000 habitantes de la región de Arequipa, cuyas principales actividades económicas se basan en la agricultura y ganadería.
Los demás volcanes mencionados solo presentan nieve o hielo de espesores reducidos en periodos de lluvia (diciembre a marzo) y, eventualmente, en junio y julio de cada año. En tal sentido, no todos los volcanes que existen en nuestro territorio son nevados, ya que esta denominación es exclusiva de aquellos que presentan un casquete glaciar en su cima o superficie.
La presencia de un casquete glaciar en volcanes activos también representa un peligro, pues un volcán en erupción emite importante volumen de ceniza y bloques incandescentes que se depositan en sus laderas. Este material caliente puede ocasionar el derretimiento del glaciar y dar lugar a la formación de lahares o flujos de lodo que se desplazarían aprovechando la pendiente del terreno. Dependiendo del porcentaje de agua involucrada, además de la pendiente, los lahares pueden recorrer decenas de kilómetros. En su trayecto, estos pueden desbordarse y afectar vías de accesos, terrenos de cultivos, puentes, etc.
En este contexto, el Instituto Geofísico del Perú (IGP) monitorea en tiempo real el posible descenso de lahares mediante el uso de redes de vigilancia geofísica instaladas en las laderas de los volcanes.
Recientemente, a través de un proyecto de investigación básica presentado a Prociencia (Programa Nacional de Investigación Científica y Estudios Avanzados) del Concytec, el IGP obtuvo el financiamiento para estudiar en detalle los lahares generados por el Misti e implementar un sistema de monitoreo para reforzar el ya existente. Con ello, el IGP optimizará la emisión de alertas oportunas sobre el descenso de este tipo de flujos, lo que beneficiará a la región de Arequipa. IGP: «Ciencia para protegernos, Ciencia para avanzar»