Diario Voces. Volví a Tocache después de casi dos décadas y es maravilloso lo que encontré. Mi retorno a esta zona fue como integrante de un Comité Técnico de la Dirección Regional de Agricultura de San Martín, para un asunto específico, lo que nos permitió recorrer muchos de los ámbitos de esta provincia.
Lo primero que nos llama la atención al estar en esta provincia es la sensación de seguridad que respiramos cuando por un largo período no fue sino una zona signada por la ingobernabilidad, el caos y la incertidumbre. Ahora, en cambio, se vive un momento de esplendor así como se avizora un futuro prometedor por el formidable trabajo que se encuentran realizando el gobierno nacional, regional y las organizaciones privadas.
Lo encontrado nos permitió comprobar la dinámica económica en todo el ámbito de la provincia y que, prospectivamente, visionamos un escenario de bienestar y de realizaciones plenas para quienes han decidido sentar sus reales en este territorio para sacarle provecho a sus potencialidades y a las fortalezas que tiene.
Sacamos, entonces, una definitiva conclusión: la provincia de Tocache es el territorio con las mayores potencialidades para el desarrollo. Ha dejado de ser, como alguna vez dijo un ex alcalde, el “entenado” de la Región, porque la experiencia nos enseña que el desarrollo es un asunto de la gente y no de la sola presencia de las oficinas públicas. De Tocache, pues, me he enamorado apasionadamente.
Reencontrarnos con Tocache fue el despertar de un sueño a una realidad concreta de prosperidad por la presencia de un activo proceso agrícola en donde el café, el cacao, el plátano, la palma aceitera y la papaya han devenido en cultivos emblemáticos y que poco a poco se va gestando una sinonimia en que estos cultivos, y sus productos, equivalen a mencionar el territorio.
Y esto lo podemos ver principalmente desde Puerto Pizana hacia la ciudad de Tocache, donde a la vera de la carretera Fernando Belaunde Terry encontramos casi la extensión de una sábana gigantesca donde se seca el cacao y es cuando su aroma natural inunda el ambiente con esa sensación grata que parece brotar desde la misma entraña de la tierra. Es como el aroma de ese nuevo amor, más fuerte y sensual aún.
En el tramo mencionado encontramos localidades en pleno auge como lo son Pólvora y Nuevo Bambamarca, y donde Santa Rosa de Mishoyo parece abrirse hacia los cultivos alternativos.
Pero también emociona encontrarnos con una riqueza hidrográfica extraordinaria que hará de Tocache un destino turístico formidable. La provisión de agua abundante en una red de ríos, riachuelos y quebradas, es parte para ese cambio decisivo que se está viviendo para hacer de esta zona el inicio de esa Región Verde que sueña y que forma parte del lineamiento fundamental de desarrollo del Gobierno Regional que preside César Villanueva Arévalo.
Han colaborado para esta nueva ola del desarrollo de Tocache instituciones como las Naciones Unidas, el Programa de Desarrollo Alternativo, DEVIDA, la Cooperativa de Ahorro y Crédito Tocache, la Agencia Agraria Tocache, Acopagro, otras entidades y, obviamente, los agricultores organizados a través de los principios de la gestión de la calidad y los negocios.
Existe una sinergia formidable, aunque, de repente, no articulada. Pero para terminar esta crónica no podemos dejar de reconocer el valioso trabajo que realiza el técnico Jacob Pinto Ríos, carismático, eficiente y dinámico funcionario de la Agencia Agraria Tocache.