Acabo de realizar una grata y sorprendente jornada de capacitación de docentes de secundaria en Tocache (San Martín), organizada eficazmente por Calandria, el Programa de Desarrollo Alternativo, la UGEL y la Gobernación de Tocache, con miras a incentivar el desarrollo del emprendedurismo en los jóvenes escolares.
Viniendo por tierra desde Huánuco (adonde llegué en un buen vuelo de Star -35’-) hice escala en Tingo María (donde pernocté), ciudad con mucho movimiento y energía comercial; una especie de Huancayo de la ceja de selva. Fui invitado por el Coronel Edwin Rolando Pereyra, Jefe de la División Policial de Leoncio Prado y Frente Huallaga a visitar su acogedora comisaría y pude apreciar la preocupación por el buen servicio, así como las obras sociales que hacen con la comunidad. Realmente impresionante.
De allí seguí a Tocache por tierra a través de una impecable carretera encontrando una población hospitalaria, cordial, con enorme vocación por desterrar la imagen de zona de violencia para mostrarse como tierra de paz, amor y desarrollo, que realmente me entró por los poros. La ciudad es tranquila, segura, alegre, pujante, aunque le falta desarrollar sus pistas. Produce y exporta mucho caco, café, palma aceitera, arroz, frutas, y se nota que va para adelante. Recordé el giro dado por Ayacucho post-pacificación.
Me reuní con las principales autoridades que conforman un grupo impulsor estratégico que incluye a la directora de la UGEL profesora Luz María Rengifo (un verdadero motor de trabajo) y al amable comisario Comandante Marco Antonio García Gómez quien también me mostró la remodelada comisaría y la enorme cantidad de trabajo social y de apoyo a la comunidad que realiza, similar al de Tingo María. Por fin había encontrado dos jefes policiales que me suscitaban una enorme simpatía por su liderazgo, la confianza que inspiraban en la población y su tremendo compromiso social.
Le falta a Tocache un empujón estatal y de los inversionistas para hacer irreversible el proceso de despegue. Sin embargo, para aquellos peruanos que buscan un lugar diferente para visitar, les recomiendo incluir la ruta del cacao entre sus posibilidades. La gente de Tocache se lo merece.
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