Los temas cocaleros sí pueden ser considerados como conflictos sociales, aunque tambien se trata de un problema delictivo señaló en el programa Diálogo Ciudadano de INFOREGIÓN, el analista político y ex ministro del interior, Fernando Rospigliosi.
Rospigliosi Capurro, señaló que este caso presenta dos temas distintos debido a que es un problema delictivo como se ha visto en el operativo “Eclipse 2010” donde se ha descubierto que los dirigentes cocaleros tenían contactos con los terroristas y los narcotraficantes, pero también se trata de un problema social en la medida que involucra a mucha gente y ha originado una serie de protestas y movimientos.
“Yo creo que es un problema delictivo de un lado y de otro lado también es un problema social, un conflicto social” enfatizó.
Señaló además, que se puede dialogar con los cocaleros para exigirles que dejen de sembrar coca ilegal y vendérla al narcotráfico, se puede dialogar para promover los cultivos alternativos y los programas de desarrollo, se puede dialogar para muchas cosas, pero dialogar no significa transar y pactar como sí ha ocurrido muchas veces en los últimos años, añadió.
«No es ningún problema considerar el asunto cocalero como un problema social que también lo es, pero no solamente es un asunto social como dicen los cocaleros y sus defensores, sino que también es un problema delictivo, enfatizó.
En ese sentido, el ex ministro precisó que «es un hecho que más del 95 por ciento de la coca va a la fabricación de cocaína, pero también es un hecho que hay 60 mil hectáreas sembradas de coca y que hay miles de personas dedicadas a eso, entonces en la medida que no se ha establecido que sembrar coca ilegal es un delito, no hay otra alternativa que tratar el problema como un conflicto social, no existe otra posibilidad».
Rospigliosi consideró que «naturalmente si hay descubrimientos como el que ha habido en el operativo “Eclipse 2010” hay que proceder de inmediato y capturar y procesar a las personas implicadas» pero puntualizó que «no se puede hacer eso con los miles de cocaleros que siguen sembrando coca en todo el país, entonces no hay otra posibilidad de tratarlo como un asunto social», concluyó.